Anno Duódeno

Bueno, después del desliz de ayer estoy en condiciones psicofísicas de anunciar que este blog cumple dos años en el éter, muchos menos que Pinky pero muchos más que algún otro blog pedorro que ande por ahí.
A todos esos que me enviaron amenazas, que me llamaron y me respiraron en el teléfono, a los que me dejaron pintadas obscenas, bolsitas con excrementos, svásticas, un chico en un moisés, a todos esos detractores y enemigos del desarrollo intelectual del pueblo les digo, acá no es, es en la otra cuadra.
Guarismos: dos años, miles de posts, como 30000 visitas (si no cuenta mis propios clicks), por lo menos 8 lectores fieles y otros tantos infieles que adoran ídolos y dioses de extrañas formas y largos apéndices, como 10000 extras, romanos, belgas, íberos, chinitos, japoneses, ballet acuático, argentinos en el exilio y otros en el ostracismo, mares, continentes, routers, direcciones IP, protocolos, perdidos en acción, silenciados, solitarios, nerds, artistas, degenerados, amigos. Gente a la que sin dudar les abriría la puerta de mi casa para que se lleven todo y otros para que se queden a dormir y me limpien el baño, otros a los que visitaría sin dudar y de los cuales apenas intuyo sus nombres y rostros.
Qué se yo, lo único que puedo pedir ahora es hacerme famoso, todo el resto es literatura.
A la derecha de la pantalla están todos aquellos a quienes leo así que búsquensen y agreguen esto adelante "Gracias [plin-plin-plin] por ser como sos" y así agradezco a todos y no siento culpa, que es lo de lo que me alimento.

La verdad que escribir un post así es medio pelotudo me parece. Yo no hice un blog para cambiar al mundo si no un mundo para cambiar a un blog. Cuando mi hijo me pregunte "Papá, vos qué carajo hiciste para cambiar al mundo", lo unico que puede decir es "Bueno, Malcolm, yo apagaba la luz del lavadero cada vez que la encontraba prendida". Así estamos, viejo.
Argentinos, a chiunfar, a chiunfar, a chiunfar! Extranjeros abstenerse.
Chau.