Wax on, was off, wax on, wax off.

1) Así decía el viejo y querido maestro Miyagi, pone cera, saca cera, pone cera, saca cera, hasta que el acólito internalizó los movimientos defensivos para bloquear los golpes del rubio de turno.
Y así culminó mi primer lección de guitarra, formal y oficial después de tres años de autodidactismo. Hablamos de lo que sabía, del instrumento que tenía, de mis gustos, deseos y objetivos y después me pidió que tocara algo y no pude tocar nada porque se me congelaron los dedos y se me borró la mente. 
Así que después del colapso volvimos a lo fundamental y básico porque, me captó en la esencia, sabés mucho de teoría pero no sabés tocar un carajo. Olvidate de la mano izquierda, olvidate de las notas que hay que tocar, acá vamos a aprender ritmo, a llevar el ritmo con la mano derecha y después todo va a fluir solo.
Y me tuvo 10 minutos tocando los mismos tres acordes con algunas florituras,un, dó, tré, cuatro y un,dó, tré, cuatro, yo contando en castellano y zapateando.
Tengo tarea en casa, pone cera, saca cera, pone cera, saca cera hasta que se me caigan las manos.

2) Y viendo al hijo mío aprender tareas que uno realiza ya mecánicamente se comprueba lo up supra mencionado. Ahora está con que se quiere sacar el abrigo o las medias el sólo y no hay poder en el mundo que lo haga desistir en sus intentos. Más o menos la va controlando, habitualmente son unos días hasta que domina lo que se propone y pasa a otra cosa. 
Espero que nunca pierda el deseo, la llama y el ímpetu.
Qué linda palabra ímpetu.

Tetic,tetic,tetic, tetíquete, tíquete, tac.

1) Me compré un reloj de pulsera como los de antaño, nada fastuoso, nada heredable a los hijos en esa ceremonia de la muda testosterona, caja de fierro negro, tres agujas, números, correa y ruidito. Creo que la principal razón era no tener que estar tanteando el celular (móvil) todo el tiempo.
El ruido de un reloj, un tic breve que pude escuchar en el silencio de la siesta que me sujetó del oído y no  me soltó por un buen rato. Como un corazón delator clamando, te acordás hermano, qué tiempos aquellos antes de la malla de titanio? Es más, lo escucho ahora sobre el ruido del ventilador de la laptop, del disco rígido externo, del viento, de mi respiración, de mi voz interna.
Yo, el que menos me merezco los relojes porque no sé cuidar el tiempo.
Y Cortázar y sus instrucciones.

2) La guitarra en construcción ahi está. Me puse a laquear el diapasón de arce americano, pálido como pata e rubio. Así que decidi teñirlo y quedó horrible, tuve entonces que lijarlo. Quedó peor, se me fué la mano, lo volví a teñir, quedó regular, lo arreglé, se me manchó, lo corregí, le puse durante una semana casi todas las noches capas de laca poliuretánica transparente rebajada en trementina en proporción 50/50. Como usé una camiseta vieja me quedaron algunas pelusas que tengo que lijar un dia de estos, pero me da miedo pasarme de rosca y tener que tirar todo a la miércoles.
Pensar que a los 12 años tuve carpintería en el Politécnico y pude terminar una escuadra, una regla T y un taburete.

3) Otra cuestión es la soldadura de la electrónica con estaño. Tiene su truco, no es tan fácil, tuve que deshacer todo y no tuve tiempo de empezar de nuevo todavía. Allá vamos, me miré un curso de soldadura en Youtube. Milagros de la era moderna donde uno se puede educar gratis y al instante.

4) Dós árboles son los mejores testigos de la llegada del invierno, el arce y el manzano. Al menos contrastan con los cielos grises, tanto rojo y ocre y brillo empelusado.

5) Adieu.