Las elecciones presidenciales.

Hoy se elige al presidente de Irlanda o Uachtarán na hÉireann, que no tiene nada que ver con el primer ministro o Taoiseach.
Después de una pintoresca campaña en las que no han faltado chicanas, acusaciones varias de corrupción, nacionalidades adquiridas a destiempo, secretos oscuros del pasado, etc, finalmente la ciudadanía toda se apresta a votar un día Jueves. Esta gente no sabe lo que es votar un domingo pero ni a palos. Supongo que es por lo del día del señor, el señor dueño de las urnas. Tampoco usan DNI así que supongo que se identificarán con algún salvoconducto secreto lacrado en papel amarillo encerado del de antes.
En fin, acá no pintan paredes los muchachos ni pegotean afiches horribles de candidatos con bebés, unos arriba de los otros con ese enchastre de engrudo sacado de una chata desvencijada. No, ponen carteles de plástico en todas las columnas sin superponer los de los respectivos candidatos, no más de un par por sitio, en postes de alambrado, en algún paredón sin uso, en el shopping. Uno puede quejarse de la mugre pero a esto le falta azúcar, mi negra. 
Tampoco se agarran a pistoletazos cual duelistas napoleónicos cuando coinciden en la misma columna lo que reduce el número de muertes políticas por metro cuadrado. 
Pensándolo bien deberían hacer de esta práctica una disciplina olímpica en la cual obtendríamos sin dudas preseas doradas a patadas. Recuerdo una vez estando esperando el 143 frente a un paredón de 100 metros de largo como los muchachos llegados en una Rambler oxidada procedieron a pintar sobre uno de esos horribles murales pintado por alumnos de la escuela primaria más cercana, su leyenda: "Sindicato Pintore de Brocha Gorda y Rodillo -Lista 346990 - Volanti conducción, Mancuerni presidente - Boleta fucsia con pintitas moradas" en menos de 2 minutos emulando y eclipsando la preparación y coordinación del mejor equipo de nado sincronizado alemán de la historia. Se retiraron al grito de hop, hop! y con un salto desaparecieron por avenidad Pelligrini rumbo al próximo lienzo de la lucha política.
Pero acá la cosa continúa así: cuando termina todo retiran los carteles agarrados con precintos y supongo que los reciclan para hacer cuchas ecológicas o algo por el estilo. Luego asume el presidente cuyo valor es meramente simbólico ya que no tiene poder ejecutivo ni de veto y sólo se dedica a recibir dignatarios, plantar arbolitos, depositar ofrendas florales, viajar por el mundo con sus brazos abiertos repartiendo buena voluntad a diestros y siniestros. El período de gobierno es de siete (7) larguísimos años.
Lo más llamativo de todo el proceso es que las elecciones empiezan dos días antes en las pequeñas islas apenas pobladas del litoral hibérnico para evitar que el mal tiempo frustre el envío de las urnas.
 En tanto yo no fuí a votar el domingo a la Embajada aunque me quedé con ganas de votar a Herpes Binner. Sí, soy medio gorilón. So what?





Sit gloria transit mundi.

Cierto día del futuro en el presente de mi vejez, me preguntarán mis nietos al calor de la hoguera láser en la casa flotante de un mundo despoblado de un universo alternativo con bosques infinitos sin criaturas y mares vacíos agitadamente silenciosos al no ser nunca escuchados, me preguntarán, decía, lo siguiente:
- Nonno, vos viste cambiar los siglos y morir a gente famosa y poderosa, viste caer las torres gemelas, viste las guerras del golfo en directo, viste caer a Pinochet, morir a Sadam, Bin Laden y Kadafi, el fin de ETA, viste los dos goles de Maradona a los ingleses, viste jugar a Messi, viste salir campeón a Newell's, viste el río antes y después del puente, viste la primavera árabe, viste la destrucción economica de Europa, estallar burbujas inmobiliarias, viste el corralito, viste la muerte del Tigre Celta, viste la muerte de Reagan y la de Michael Jackson, viviste el levantamiento del embargo a Cuba, viste la muerte del capo de Apple, viste el apogeo de las redes sociales, en fin, todo esto que viste y viviste, te acórdás cómo y cuando lo viviste?
- Y dónde creen que pude haber estado?- contestaré - Sentado enfrente de una computadora!


El té en Irlanda y las islas Hérvidas del mar del norte.

Leyendo un libro sobre la guerra de Malvinas me sorprendí al notar la cantidad de veces que el narrador británico mencionaba las paradas tácticas de su pelotón para preparar una infusión apurada que les devolviera el espíritu y la fuerza. No sé cómo la fuerza aerea argentina no se dedicó a hundir el barco que transportaba el té, hubiera sido un golpe mayúsculo a la moral de la tropa enemiga.
En fin, esto no es el Reino Hundido, pero la cosa es así, uno llega a las islas británicas pensando que estos a las cinco se toman un té con scones con el meñique levantado, tirando del piolín del saquito mientras comentan el clima cuando en realidad es que comentan el clima constantemente, no levantan el meñique ni tampoco, horror de horrores, los saquitos del té tienen piolín. Es cierto adermás que toman té a cualquier hora y en cualquier momento; se despiertan con té, almuerzan con té, se toman otro té a media tarde, otro a la tarde y a lo mejor hasta cenan con té. 
Uno está acostumbrado a un té medio flojito, bastante transparente y perfumado. El té argentino es débil, es una porquería de sanatorio, es incapaz de levantarle el ánimo a un ánima. Y sin embargo a veces lo extraño, ese remojar de las Express en el té dorado y a lo mejor un cacho de dulce de membrillo...
En cambio el té de estos santos lugares es denso, fuerte, basta con que esté unos segundos en remojo para que largue toneladas de amargos taninos. Los nativos lo rebajan casi todos, casi siempre, con un chorrazo de leche fría. Tampoco lo dejan reposar mucho y los saquitos, como dije, no tienen piola, se tira en el fondo de la taza, se vuelca el agua bien hervida, se revuelve con una cuchara, se aprieta el saquito contra un borde y, según el nivel de limpieza o apuro del cebador, se deja cuchara y saquito en la piletita de la cocina o se dispone de ambos instrumentos como es debido.
Hay tres tipos de saquitos, los redondos, los rectangulares y los refinados tetraedros que se supone que son de marca fina y se infusionan mejor, al menos ese es el discurso del fabricante. 
Por supuesto los irlandes cuando viajan al exterior se llevan su té y si no, lloran y le piden a la mamma una caja de su té preferido y hacen publicidades al respecto y si uno les ofrece té, según el proctocolon, se niegan tres veces antes de aceptar y uno tiene que decir "go on, go on, go on". Se pregunta si con leche y cuantas de azúcar, casi siempre sín, y se procede a hablar del clima, del fútbol, meten la gamba aclarando que saben que en Argentina se habla portugués y por cortesía arrebolada te dicen que tenés muy buen inglés.







E anche la tua mamma.



- Hola, bienvenidos a  otra entrega de "E anche la tua mamma", el micro de Onda Corta  Radio Barrio Azulejistas de Río Revuelto, provincia de Pampa y la Vía, paralelo 420 donde el indio todavía invierte en malones y hay más de una cautiva que no vuelve porque le gusta.
Quien les habla, Ricardo Pieddri, para servirles. Auspicia hoy y como todas las emisiones,vino patero en damajuana reciclada, Hongo Violeta, porque recuerden, el alcohol mata todo, más que la calor y además dá sabor.
En fin, hoy no tenemos invitados porque me pasaron el micro a las 3 de la mattina y encima me olvidé de cargar crédito en Skype, pero lo vamos a suplir con ese coraggio gringo guerrero que nos viene de la época de los romanos o antes, los colonos griegos que no los etruscos, a lo mejor un poco diluido desde la Pimer Gran Guerra, pero ya vamos a tener revancha, no es que me guste la guerra peeeeero... 
Y voy a leerles un informe muy mio que me toca en las profundo de mi ser itálico, cuore di alcachiofa. Porque este micro siempre parla della bella Italia en general pero hoy vamos a hablar en particular de mi propia estirpe, mi famiglia, la región de donde vienen mis antepasados, la regione Tramontina. Sí, por eso se llama así la casa de la Familia Tramontina en calle Strónzoli al 9800, por esa región casi desconocida de la gran Italia merdigiontrale rodeada de colinas y tres cinturones de alta montaña quasi inaccesibles aún para el pérfido Anibal, el number one de Cártago.
En realidad somos pocos, más o menos podríamos decir que solamente cuatro tramontinos lograron poner pie en Argentina mientras que dos se volvieron porque se quedaron dormidos en la bodega del barco, cuya suerte hasta el día de hoy se ignora, tanto de la embarcación como de sus ocupantes. Y de paso si alguien sabe algo del destino de aquella embarcación fantasma en la que partieran aquellos tramontinos desdichados, que nos lo haga saber a la radio, ya que uno de ellos tenía la llave del baúl del nonno,que todavía descansa en un rincón de la vieccha casa. El baúl.
Así que esa es la sencilla razón por la cual las cenas de los nonnos tramontinos eran bastante cortas, especialmente a la hora de los sorteos pero largas a la hora de la tómbola, aunque sencillas y fáciles de organizar. 
Ya no queda un nonno en pié, eso es sabido, pero su espíritu montañes se mantiene altivo en la cantidad bestial de haikus en dialecto vasco-etrusco-romanche y dos canciones sin letra que nos han legado en ritmo de 9/17 con retrueque de organillo zampoña de hueso emparentado con el viejo instrumento de la savoia meridional ya perdida de la galia misalpina. Algunos científicos ya podrán decir que nuestra lengua es indescifrable y que en realidad el silencio es nuestra foma hosca de comunicación por excelencia, eso y el coscorrón sempiterno al niño tramontino que aprende en las duras condiciones del altiplano el comportamiento adusto del cro-magnon, padre de todas las razas europeas. Pero qué saben elllos, los cientificos, eh? Qué saben de la tradición y del hombre, ese mono que si no estuviera vestido estaría desnudo, pero culto? Eh?
Tampoco es que tuvieramos mucho para decir, decía la mia nonna, si no hay cosas ya para nombrar y por la niebla no se ve un pito. Ella no decía pito, decía algo que nunca más quiero recordar. Tampoco tejía, decía que uno allá agarraba una oveja y se la ponía encima un rato, o dos, y la oveja servía para otra vez. Que el argentino está mal acostumbrado, que se agacha y recoge del suelo sin esfuerzo salvo el lumbago, que va y tiene zapatos de cuero de vaca y no usa el cuerno o el ojo. Gente práctica si las hay. Casi el cincuenta por ciento de las palabras derivan, según los linguistas, del vocablo piedra, aún la palabra cuchillo, aún la palabra amor, aún la palabra dinero, aún la palabra gnocchi.
Nunca la región ni sus habitantes gozaron de ningún prestigio entre la constelación de pueblos que conforman la gran Italia. Jamás pudimos salir de nuestra región para aportar nuestra grandeza a la intensa corriente de las cosas de la patria hasta que Garibaldi abriera el primer túnel que volviera a taparse tras ese gran terremoto o tal vez fuera un disparo de mortero alemán, quien lo sabe ya, los que quedaron atrás no pueden decírnoslo y los que se fueron eran seis, cuatro ya no están y de los otros dos nos sabemos niente.
A la fin, fine, se acaba el programa, cinco minutos son muy poca cosa y esto se paga de mi propio pecunio. Me despido hasta la próxima semana con un lágrima arrebolada en la junta del ojo con la córnea, anhelándoles a tutti vientos tramontinos de espírítu de trabajo, cooperación, sifón y pasta.
Hasta la prossima, amici, y que viva Italia!