Samhain

Cada noche de brujas la población de Irlanda sale de sus casas en masa y, como una onda concéntrica humana, se despliega sobre las playas de la costa accidentada y de a poco desciende, en silencio, empujados por las olas como varas de sauce y desaparecen por un día en las profundidades del océano. Lo último que se ve de ellos son las cabelleras impregnadas de espuma. Una nación de Alfonsinas deja los pueblos rurales, los pubs con las pintas a medio beber obedeciendo un llamado ancestral, un pacto con los espíritus anteriores al diluvio que los dejó varados a mitad de camino, como un pez plateado boqueando en la marisma, en un charco entre las rocas a cada vuelta de la marea.
Cuando regresan antes de se que forme la escarcha del rocío del día siguiente, se desprenden con gestos reflejos las algas, las cuerdas, los apéndices flotantes, los restos de naufragios, las trampas de langostas, los anzuelos oxidados perdidos del verano, los zapatos impares con la lengua afuera y sin cordones, las criaturas marinas microscópicas sin cuerpo que explotan como uvas, como bolsas transparentes sin ojos con el cambio de presiones y vuelven a sus puestos, sus camas, los tractores, la madre con los hijos, los hombres con sus autos y ahora todo el brillo de la globalización y sus chicharras y no dicen nada a nadie del rastro goteante interrumpido, de las sábanas mojadas, el olor a sal, los chicos resfríados.

Sexo en Rosario.

I)
- Hola, Carrie?
- Si, quién e?
- Miranda!
- Ah, Colo, cómo andá?
- Bien, bien che. Salimo hoy?
- Si, adónde no encontramo?
- En "La Bola de Nieve", te parece?
- Pero no, Colo, esa confitería cerró hace 50 año! Cúanto hace que no salí?
- Y qué se yo, cantidad hace que no salgo. Bueno, decime vo entonce que está en la pomada.
- Vamos al bar ete nuevo que e lo má ahora, Vladivostok. Ademá capá que me levanto a un blogger, hay cantidad y son escritore con éxito.
- Siempre bucando macho vo, tené cuidado que son todo uno nerd. Bueno, decile a la otra do papanata. A eso de la 17?
- Pero no, Colo, qué te pasa? A la dié por lo meno. E má te digo, no encontramo a la once.
- Me pierdo Grande Valore! Pero todo sea por estar junto a mi amiga, porque nuestra amistad e de fierro!
- Dale, dale, no encontramo a la once entonce.
- Dale! Chau Carrie!
- Chau Colo.
- Chau!
- Qué mina pelutoda.

II)
- Ay chica, lo que tardó en pasar el trole, 45 minutos de reloj. Despué me enteré que se había cortado la lu, si sabía me tomaba un taxi pero como hay sol hata tarde no me di cuenta vieron, encima en el kioko de la equina había lu porque tenían un sol de noche pero no me di cuenta hata má tarde que si no hata capá que me venía caminando y todo.
- So loca vo Samanta, como te va a venir caminando con la inseguridad que hay. Tomáte un taxi la próxima.
- Claro, porque lo taxita son una garantía. Bueno, bueno, chica, qué le parece el moscardo ese?
- Cual? El tucumano? Etá casado y tiene do nena, do nena tiene. Me lo encontré en la pileta de la municipalidad una ve que iba con la mujer, la nena, la suegra y la heladerita, lo que pasa e que no usa alianza, se la robaron o se le cayó en una rejilla, no me acuerdo, me contó la cuñada de la Elisa que el hermano lo conoce del club.
- Qué Elisa?
- Esa, coso, la prima de la Jesica, no te acordá? Que fuimo junta a Bariloche, al mimo hotel, pero ella iba a la técnica 11, la Crisol.
- Ah si, la del jopo?
- Pero si toda teníamo jopo, Charlote! Jaja.
- Y hombrera!
- Ah no, yo no, yo tenía lo hombro así porque hacía voley, lo único bueno que le veía, la que me ahorré en gomaepuma.
- Si, tené razón, látima que yo iba a hockey, así me quedaron la gamba que cada ve que me pruebo lo zapato parece que estoy herrando un pony.
- Qué loca eta Carrie. Che, pero entonce etá casado, qué macana . El bar este etá medio vacío, no dijite que etá de onda?
- Si, eso me dijeron pero vite cómo son eto lugare, una semana son la bomba y a la siguiente son bare de viejo.
- En una de esa venden droga, mi cuñado el policía me contó eso, bar sin cliente que no cierra, vende droga.
- No se acaban nunca lo viejo.
- No Charlote, parece que lo fabricaran. A propósito, cómo etá tu viejo?
- Qué queré decir?
- Qué cómo etá tu viejo. No se iba a hacer una ecografía o algo así?
- Ah, si, pero le dió todo bien, no le salió nada, etá hecho un toro, no va a enterrar a todo el gringo.
- Che, che, pará, pará, y ese flaco ahí en el rincón? Etá fuerte eh. Yo voy y me lo levanto, queré?
- Dió mio, nena, so de terror, calmate un poco. Tomá, lamete lo cubito del Gancia así se te enfría un poco la testa.
- Si, por qué no te poné un cartel de regalada, loca.
- Cero romanticimo vo, so una máquina de deborar hombre.
- Bueno che, difruto de mi sexualidad sin tapujo.
- Se, bué, mi gata también.
- Pará, te fuite al carajo con eso. Me etán ofendiendo, qué le pasa, se tomaron una sobredosi de Virginol???
- Bué, comparado con vo hasta la piedra son virgene...la piedra SON vírgene, pero vo me entendé lo que te quiero significar...
- Me van a hacer llorar, pensé que eran mi amiga!
- Y justamente nena, porque somo tu amiga te lo decimo, e por tu bien, calmate un poco que venimo ecuchando cada cosa. Rosario e chico, sabé, se dicen mucha cosa.
- Bueno, bueno, la gente siempre va a etar hablando.
- Cambiando un poco de tema, hoy me cayó un tarado al etudio de abogacía...
- Si , ya sabemo que só abogada, no hace falta que aclaré, Colo.
- Epa, y esa? No la tenía, dede cuando le refregué que era la única con título universitario y empleadora del grupo??
- Pará, yo soy una empresaria de RRPP, dejame afuera de esa.
- Empresaria, una Pyme de morondanga rejenteá vo, moquita muerta.
- Mirá, me hicieron calentar, por qué no se van un poco a la puta que la remilparío a la tré!
- Zás, se calentó la Samanta.
- Y se fué sin pagar, siempre lo mimo.
- E lo que te digo, se hace la que juega en primera y no le da el cuero ni para un monedero. Reventada. Dejala, si ya va a volver, siempre vuelve si no la quieren en ningún lado.
- El que se va sin que lo echen...
- Sirve para otra guerra.
- Eso. Encima canallona.
- Bueno chica, me voy yendo, esto non dá pa má.
- Si, me voy a casa también, por ahí todavía etá Grande Valore. No saben si la K me deja en Ovidio Lagos, no?
- Si, te deja. Tené tarjeta?
- Pago con moneda, a eta hora andá a encontrar una tarjeta.
- Acá en la granjita de la equina me parecen que venden...
- Bueno, vamo? Tengo que escribir la columna de La Capital de mañana.
- Mozoooo! La cuenta.




- Foto gentileza de Facundo.

Controladamente


En mi vida he poseído a muchísimas mujeres, una cantidad enorme, más de 50000 diría. Con la mente, eso si, pero posesión al fin. Debo aclarar que siempre con resultados anómalos o irregulares, la mayoría negativos por sus consecuencias sobre mi persona ya que las mujeres poseen un talento especial para detectar a aquellos que intentan poseerlas mentalmente.
Aclaro que cuando digo poseer me refiero a una posesión del tipo ejecutar acciones contrarias o ligeramente transversales al sentido de su voluntad.
Un ejemplo: esa, la del escote, va agarrada del caño del colectivo y yo, con la mente, expresando el impulso con una ligera contracción de los párpados y contemporáneo y sugestivo arquear de cejas, desde el último asiento le voy diciendo que toque el timbre o que se corra para el fondo, que hay más lugar.
En condiciones controladas de laboratorio, es decir siempre la misma chica, el mismo colectivo, el mismo motorman (difícil porque tienen horarios rotativos), la misma hora, nunca, pero nunca jamás he logrado que me hiciera caso. Amén de pasarme de parada y tener que volver caminando desde el viaducto hasta barrio Saladillo por una cuestión netamente monetaria.

Todo lo contrario me ha sucedido, siempre me pareció emanar una fuerza de repulsión sobre ellas que, como he mencionado, intuyeron desde un primer momento mi intención. Así me he sentido como dentro de una burbuja durante toda mi prolongada existencia, como un virus sin capacidad de replicarse en un universo de glóbulos blancos suspendido en un vacío de plasma adverso, extraño y hasta salino.
Sin embargo algunas cosas he aprendido, no se puede manipular a una mujer con la mente pero si con la palabra. Es más fácil acercarse a una chica y declarar abiertamente nuestras masculinas intenciones apelmazadas con una que otra vaga promesa de diversión, éxito y delirio entremezclada con una llovizna tenue de cumplidos para obtener así pingües beneficios, que a quedarse en un rincón en una fiesta y, con ojos febriles, encendidos y espasmódicos, lanzar ondas cerebrales envueltas, como caramelos telepáticos, en órdenes simples tales como alcanzáme el plato de chizitos o quedáte hasta los lentos.
Funciona mejor cuando uno va y pone lo que hay que poner, que es voluntad para el diálogo, concertación y eventual paritarias para el disfrute mutuo o no, que esas cosas sólo las dispara el destino, porque el buen conquistador ha de saber reconocer la derrota y disfrutar incluso del sabor acre de las heridas que bien ha de lamerse como el buey perdido y en retrospectiva analizar cada secuencia del asedio e incluso admitir que tal vez no, esa mina no sea para ti, joven amigo, o tu no seas para ella por algún motivo evolutivo que sólo ellas vislumbran, ni desde la oscura timidez manipuladora de tu genio ni desde la brillante plasticidad de tu parla.

La casa al final del arcoiris.


Un arcoiris se produce cuando el espectro de luz se hace visible gracias a las gotas de agua en suspensión en la atmósfera o éter y siempre en posición opuesta a la del sol, este último nunca encontrándose más alto de los 42º con respecto al observador lo que ubicaría al arcoris debajo del horizonte haciendo imposible, entonces, su existencia. Algo así.
Igual, desde que llegué a Irlanda he visto una enorme cantidad de arcoirises, lo cual no quiere decir nada porque no es que los hagan en mi honor o estén incluidos en mis impuestos, si no que es algo esperable en esta tierra con sus chaparrones y cambios drásticos de iluminación gentileza del Atlántico y su Máquina de Hacer Lluvias, lo cual no quita que sea Octubre el mes en el que más se vean, porque todavía hay luz por las tardes y el clima empieza a ponerse bien bravo todo al mismo tiempo ya que en estas tierras tampoco cuentan con organización germánica.

Mientras tanto tomamos mate, le explico como se juega a la lotería en estos lares. En vez de andar soñando cosas raras y hacer su correspondiente traducción a números como tenemos por costumbre nosotros los habitantes del Virreynato del Río de la Plata, aquí simplemente un señor en helicóptero se la pasa inspeccionando decenas de arcoris en un momento dado y si el feliz ganador saca terminación, es decir que el arcoiris termina en el frente pero nunca en el patio de su casa, se le adjudica inmediatamente el premio que dependerá de la intensidad y perfección matemática del fenómeno en cuestión. Un jurado de sabios analiza las pruebas y en declamación unánime cantan si sí o si no. No está permitido el riego atmósferico con manguera ni tampoco cuentan las estructuras de cartón.
En tiempos más antiguos, cuando no existía el helicóptero, una tropa de inspectores a caballo recorría la isla en todos sentidos y direcciones, incluso hacia los puntos cardinales, partiendo desde la noble colina de Tara, asiento real de los altos reyes de Irlanda, pero claro, el sorteo era una vez al año porque no había caballo que aguantara. Era de esperar que el chorro se cortara cuando pusieron inspectores ingleses que sin ningún reparo te decían: usted señor no se queje, si yo digo que no ganó, no ganó y es todo para la Reina. Y ya que estamos marche preso.
Esta última, la Reina, era una piola avivada que invertía los premios en más y más barcos para andar ganándole a los franceses y españoles en encuentros no desprovistos de crueldad en los que se procedía antes a cuadricular el mar y después con altavoces y cuernos y a vivas voces los reyes de cada Imperio, y sus sotas, se gritaban una ubicación particular como decir "A-5" y si justo daba la casualidad de que había un barco allí flotando se procedía a hundir la tal dicha embarcación con gran cantidad de heridos entre los presentes que proferían ayes y frases al tono como "más vale honra sin barcos que barcos sin honra" o "esto, con los socialistas, no pasaba".
Pero dejemos la historia de lado y concentrémonos en este esclarecedor documento que adjunto sin que me tiemble la mano. He aquí la foto de la casa que ha resultado ganadora del último sorteo, le corresponde al señor dueño de la casa roja. Que lo disfrute con salud, don Paddy O'Reilly!!
Nos despedimos entonces hasta la próxima y les dejamos un caluroso y abultado abrazo. Adiós amigos.



Otra vez el día de la madre.

Cierta vez mi madre me dió una lista de cosas, los mandados, y me dijo: vé hijo, que el viento le de alas a tus pies y no pierdas la única moneda de plata que tu padre consiguió después de rifar a uno de tus hermanos, que te reviento!
Salí raudo como con un petardo en los cantos y crucé la avenida entre los carruajes y tranvías, con mi gorra de fieltro y mis zapatos agujereados sin cordones, mis rodillas grotescas y exageradas como las coyunturas traqueteantes de un camélido uniendo dos segmentos demasiados flacos de tendón, poca carne y mucho hueso, sujetados los cortos con un hilo de algodón afanado de un yo-yó, tan breve era la circunferencia de mi cintura.
Llegué a la acera opuesta y entré a la panadería de Don Pillo. Deme dos cuartos de pan, aquí tiene joven medio kilo, dice mi mamá que me lo anote, decile a tu madre que hoy no se fía pero que mañana sí, aquí tiene la moneda de plata que es el precio que por mi hermano se pagó para que se fuera a jugar a las inferioes de Nuls probablemente nunca ya más le veamos, y aquí tiene usted joven amigo su vuelto que vendrían a ser unos chelines y dos sextercios fuertes, agradezcolé, señor almacenero, que las tenga todas con usted.
Restaba ahora ir a la carnicería y simular que el bofe era para el gato que nunca habíamos tenido pero que ese llamaba Kapeluz para que de paso pareciéramos ilustrados, hígado tal vez si está a buen precio pero fijate en el espesor de las venas , que a esa altura ya me había convertido en médico criminalista especializado en animales o veterinario, pero jamás pude dejar de admirar la dureza de la cola de cuadril o de una buena nalga pensando ya en una dorada milanesa, no se vayan a confundir, que a esa edad uno no piensa en otras cosas y una mujer es bella por los ojos y poco más, apenas llegando al escote si se quiere.
Entonces, decía, pedí el bofe para el gato y salí con el órgano afectado y envuelto en la sección clasificados de La Capital, decano de la prensa con más continuidad y me dirigí a la verdulería a ver si capturaba piezas fundamentales para la salsa agridulce de mi madre, bofe ála mandarín con estropajo, para darle más substancia y favorecer la digestión y la limpieza natural del intestino grueso.
Terminada la faena me quedaba terminar la vuelta a la manzana y pasar por la mercería y mirar el poster de los hilos Tomasito y después pasar por la Librería y desear babeando, los mocos contra el vidrio, la colección de soldaditos inalcanzables en su eterna batalla por la supremacía del mercado.
En ese trajín me sorprendieron dos o tres amigos con una pelota de tecnología novedosa que en lugar de trapo se envolvía con nylón y dejando las tres bolsas como palo y la gorra como complementaria lateral demarcación, me dediqué a la faena de jugar al 21 por por lo menos dos horas y fracción. Sin embargo el hado me fué contrario y al aterrizar después de un frustrado cabezazo, patiné en las mandarinas con un pié y con el otro reventé el paquete del bofe mientras aplastaba con mis mezquinas nalgas, el caserito fresco. Reinó el silencio por un instante pero enseguida la alarma se estableció, rejunté todo cuanto pude rasqueteando del asfalto con un palo los ingredientes crudos de la cena arrastrando también brea, mugre y venenitos y, llevando todo como acunando un niño herido entre mis brazos, corrí llorando hacia la casa.
Pero no duró mucho la carrera porque con las suelas lisas humedecidas tropecé a los pocos pasos y terminé de bruces contra el piso, los talones de las manos reventadas, las rodillas sangrantes y sin piel y las pocas monedas escapando de mis bolsillos para terminar su última parábola en la alcantarilla de manufactura británica grande como rejilla de camión con un río raudo de lluvias pampeanas en su interior. Y lloré, ahora si, lloré, sin poder desahogarme nunca, sin poder terminar de expulsar ese nudo enorme por la garganta que me apretaba las entrañas como un puño y me quitaba el aire, la vida, los reflejos naturales del diafragma y me hacía ya ver toda mi breve vida en colores, eso que siempre supe soñar en blanco y negro.
Entonces, del paquete de diarios destrozado frente a mi, del rejunte de mandarina, mugre y bofe, comenzó a brotar un palpitante movimiento, como un corazón delator que cobraba vida de la nada frente a mi, tarabum-bum-bum-bum-tralalalalá-bum-bum-búm!
Latía frente a mi el bofe con estertóres programados como un pulso de quásar del universo lejano y una voz se elevó del bofe y me dijo, con la voz de mi madre, envolviendo todo mi dolor y falta de esperanza como en una tela suave y cálida: Te has hecho daño hijo mío? Te has hecho daño?

Qué ONG.

El mundo puede ser un lugar mejor con tu ayuda. El mundo puede ser un lugar sin problemas con tu ayuda. Tu ayuda puede acabar con todos los problemas. Osea, ayudá. Hacé una conexión real con Mohamed en Afganistán o con Manuel en El Salvador, o con Alí MBemgue en Somalía. Apadriná a un niño en cualquiera de los 342 países donde nuestra ONG tiene participación.
Cuando termine este aviso cogé tu tarjeta de crédito y llamá al 0800-QUE-ONG-QUE-ONG y hacé tu donación y empezá a recibir noticias de tu ahijado.
Con una participación de 5€ mensuales podés comprar un cargador de AK-47 de uso casi universal o una caja de balas calibre 22 para armas de fácil acceso, porque todo niño tiene derecho a defenderse.
Con 15€ euros mensuales podés comprarle una ristra de granadas o una recarga para lanzamisiles personal antitanques RPG-7, lo que vos prefieras.
Con 25€ mensuales podés comprarle a tu ahijado un AK-47 reconfigurado por mecánicos locales, auemntando al mismo tiempo el nivel de empleo en la región, o un M-16 americano tradicional sobrante del armamento desplegado por esta poderosa nación, garantizando una existencia de partes y municiones en cualquier circunstancia. Sale con muñeco de GI-Joe para proteger la infancia feliz de tu ahijado.
Si querés donar más podemos ofrecerte apadrinar a una patrulla de niños para que se conviertan en warlords o podemos ofrecerte un equipamiento moderno de kevlar incluyendo el casco para tener así la tranquilidad de que el niño se encuentre a salvo y sobreviva a las situaciones más peligrosas, aumentando las probabilidades de que llegue a la edad adulta.
No dejes de pensar cuando termine este aviso, no corras a la heladera a ahogar tus penas en un tarro de dulce de leche, tu ayuda puede hacer un mundo de diferencia.
Recordá que si no podemos arreglar los problemas por las buenas siempre es bueno que se terminen matando entre ellos.

Un testimonio: "Hola, soy Bruno, ayer recibí mi primer foto de Asím y un blanco de su primer práctica de tiro. Me siento mejor ahora que puedo ayudarlo a defenderse, siento que hecho una conexión real con otro ser humano que me necesitaba. Gracias a Qué ONG siento que le he tendido una mano al tercer mundo."

Gracias por tu ayuda, que dios te lo pague.

Migrantes

- Volvamos al Africa, Osvaldo por favor, por favor te lo pido ahora que terminó el invierno.
- Pero no, Mirta, ya te dije, no podemos volver ahora, lo mío está a punto de explotar, no me puedo perder esta oportunidad. Ahora la gente está renovando el equipamiento para cuando vuelvan las manadas.
- Me quiero volver a la caverna de mi madre.
- Y yo no, no me banco vivir arriba de la caverna de tus viejos, encima compartimos escalera. No, por ahora no, dame una temporadita más. No te gusta Europa?
- Sabés que pasa, te voy a ser honesta...
- Era hora.
- No seas así Osvaldo, vos te creés que es fácil para mi.
- Ya sé, perdonáme, pasa que nunca sé en qué pensás.
-Te digo, no me siento cómoda entre los neandertales, no sé, me miran feo, me gruñen todo el tiempo, no me siento capaz de adaptarme acá.
- Pero si son feos los tipos, qué esperabas? Te digo que son buena gente, te están deseando el bien, no ves? Les gustan los cro-magnones, me lo dicen todo el tiempo!
- No sé cómo hacés para entenderles. Además son un poco lentos..
- Pero gente noble, de piedra, como antes, viste, me hacen acordar a mi viejo.
- Y si tenemos hijos? En qué van a hablar?
- Mirta, en estos tiempos que corren mejor que hablen dos idiomas, el día de mañana te lo van a agradecer. Capaz que el día de mañana se viene una ola de cro-magnones y los pibes hacen de traductores, intérpretes, y no tienen que laburar todo el día como yo con las piedras. Andá a saber! Lo que mi viejo sabía a mi ya no me sirve. Por suerte acá estos siguen con la técnica paleolítica, lo que me posiciona realmente muy bien para mi proyecto...
- Si, ya sé, Neolitíco for Dummies, me tenés la cabeza así con eso pero todavía no vendiste un curso, un curso Osvaldo no vendiste. Lo que me preocupa es que los chicos van a hablar todo en gutural, les va a quedar la boca como para chupar toronjas, además andá a saber si no se terminan casando con una de estas, no sé, no es por ser racista pero son todos iguales, nunca sé si es un tipo o una mina.
- Jaja, qué plato Mirta. No seas exagerada, vos no te preocupés, los chicos aprenden rápido. Además, si salen a vos, más vale que van a ser inteligentes...y bonitos. Y ya te dije como veinte veces, los tipos tienen barba, las minas no.
- Ay, Osvaldo. Igual, ponele que hay otra glaciación...
- Pero qué va a haber otra glaciación! No seas pesimista! Ponele un poco de optimismo a la cosa, siempre te preocupás más de lo normal vos, así no se puede.
- No sé, acá ni conocen la agricultura, vos venís a cualquier hora todo pintarrajeado y hasta disfrazado de oso! La última vez casi te pego un flechazo.
- Pero es para captar clientes, ya te dije! Voy a los rituales y les muestro un arco, una flecha, una piedra pulida, vos te creés que me gusta a mi andar gritando alrededor de la fogata, eh? No, no me gusta, lo hago por los dos. Por los dos lo hago.
- Si, ya sé.
- Bueno, dame una temporada más, si no va lo del neolítico nos volvemos, pero teneme fé, no me jugués en contra.
- No, Osvaldo, no, cómo te voy a jugar en contra si estamos los dos juntos en esto, si no no estaría acá, no hubiera cruzado todo eso con vos, el desierto, valles, montañas, ríos, tribus de caníbales, osos, aludes, terremotos.
- Si, tenés razón, dentro de todo si no fuera por vos nunca me hubiera animado a dejar la cueva. Vos sos mi fortaleza,Mirta, mi lanza, cada estrella que me transporta hacía un amanecer en el que la mano del gran ser que todo lo da me guía hacia la mejor caza.
- Hablame así, Osvaldo, me encanta cuando te ponés nómade.
- Pará, pará que capaz que hay gente...
- Si, bueno.
- Bueno, prendiste el fuego?
- Si, hace un rato nomás, acordate de consiguer más pedernal la próxima que salgas.
- Si, mañana sin falta. Che, qué comemos hoy?
- Mamut.
- Otra vez mamut...
- Y si no comen otra cosa estos, se va la glaciación, vienen especias nuevas y estos les siguen dando al mamut.
- La verdad que si volviera sería para comerme un gamo con los amigos...
- Si, y un poco de cerveza.
- Cerveza, si...
- Ay, Osvaldo!
- Qué, qué pasa Mirta?
- Y si nos extinguimos??
- Pero no, otra vez con eso? Cómo nos vamos a extinguir, cortála con eso!
- Bueno, decía nomás. Vamos a tener que hacer algo al respecto, por eso digo.
- No, Mirta, hoy no, me duele la cabeza.

Me quedé ciego.


Un ojo de la cara. Pero es que acaso haiga ojos en otros lados del cuerpo? Pues no. Entonces? Creería que es porque la gente es bruta y el hablar casi que no cuesta nada. Y mirar tampoco, aunque depende de a la mujer de quién mires. Consejo: siempre mirale la mujer a uno chiquito pero sin cara de abogado, que los golpes pueden no ser físicos.
Otro tema, o volviendo al tema principal, quería comentar al mundo que está pendiente de mis aventuras, que el sábado pasado mientras sacaba la foto que adorna esta entrada de esta bitácora, por error terminé apuntando directamente a la esfera dorada del sol y, al estar puesto en la cámara un lente de los llamados teleobjetivos o zoom-zoom, me entró un rayo hasta el fondo de la retina y me quemó el nervio óptico. Quedé ciego por unos segundos pero pude recobrarme. Después de andar trabajando dos días con lentes oscuros y de contarle a medio mundo lo que me había pasado (después de que me interrogaran, claro) recibí hoy un email de una compañera alemana que decía más o menos así: gil, andá al médico a hacerte ver lo sojo, capaz que sea desprendimiento de retina, no seás opa. Yo soy chicata y sé lo que te digo, andá a tal lugar que te atienden de dié.
Por supuesto que lo puso así pero en inglés pero pensando en alemán,que es casí lo mismo pero ccon más artículos neutros y yustaposición de sustantivos superpuestos. Me llamó la atención lo de esta chica porque no trabajamos en la misma área ni tampoco le había yo contado mi problema, lo cual quiere decir que alguien le fué con el cuento y probablemente todo el país esté ya enterado de lo boludo que soy.
Bueno, acepté el consejo y fuí al oculista (la oculista) quien me puso una tintura naranja en el ojo y me miró con 500 instrumentos y hasta me sacó una foto del fondo de los dos ojos por el mismo precio y mes las imprimió para que las ponga arriba de la mesita de luz. Me dijo que está todo muy bien, una leve inflamación nada más pero ningún daño ni leve ni permanente, que aprovechara la racha y jugara al 95, los anteojos, o al 15, la niña bonita por la niña de mis ojos, o al 31, la luz , todo a la lotería de Santa Fé.
De paso le hice estas preguntas:

1) Tener ojos marrones, o mayor presencia de melanina, otorga algún beneficio como ser mayor protección contra la luz? Respuesta: Si.
2) Cuánto me va a salir esto? Respuesta: y, cuánto te puedo cobrar?


Y eso es todo amigos, viviré unos días más todavía para poder seguir siendo testigo del universo en movimiento y esperar aquella foto que me consagre o en su defecto el último atardecer que me condene.
Nos estamos viendo y no se olviden de que los estoy observando.

Fantasía moderna.


He decidido ser jefe, escalar posiciones, subir como la espuma, pese a que estamos como langostas en pecera de restaurante y la verdad no hay ningún puesto adonde ir pero, como lo tengo decidido, he pergeñado un muy astuto plan de preferencia infalible. Primero me consigo unos pantalones de vestir pinzados como para ir confundiéndome con el estilo "smart" pero nunca pasándome al estilo "testigo de Jehová" (nada personal, los de acá también se visten igual), aunque no tengo pensado calzarme mocasines. Luego un saco con coditos medio afelpados que seguramente acentuarán mi sofisticación natural y tendré que sacarme la polera negra de artista torturado pero nunca para ocultar la papada, para cambiarla por:
a) una chomba Lacroste, cueste lo que cueste, o la otra de las rayitas azul y roja, o esa del caballo con polista de cuyo nombre no quiero acordarme o
b) una camisa nomás pero que no sea Ombú ni Pampero, aunque tengo la tendencia gracias a los años del Industrial ya que taller, lo que se dice taller, una sola vez he pisado.
Ah, y un cinto.
Bueno, una vez mimetizado, digamos en un estilo modelo de Burda para que se hagan una idea, procederé a ejercitar mi sonrisa y mi vocabulario dialéctico. Diré "sinergía" moviendo las manos como si tocara el sintetizador de ABBA, "teamwork" cerrando ambos puños y mirando de frente al personal uno por uno como si los fuera a unir a golpes, "embracing" haciendo como que los abrazo a todos desde el fondo de mi corazón justicialista, "challenge" revoleando sólo el puño derecho como golpeando una muralla inexistente que representa todas nuestras dificultades y "know-how" arqueando ambjas cejas mientras me cruzo de brazos pero en el fondo pensando en "knock-out" por una cuestión de sonidos y planes secretos.
Pero todo eso es afectación, es imitación, no es auténtico, es solamente ponerse la piel del individuo alfa (no digamos ya más macho, porque hay cada mina) e impregnarse con sus feromonas; es ir y mearle el tronco al jefe, amenazarle su territorio mientras se asusta al resto, se les hace acentuar su falta de mérito, su bajeza en el escalafón, su desinterés por el éxito.
Deberé moverme como en la cola donde se reparten víveres a los sobrevivientes ignorando la presencia de los más débiles que extienden sus manos al voluntario ya sobrecogido, empujaré y serpentearé y pisaré y morderé hasta encontrarme al frente del pelotón y a esto lo llamaré ambición y al final del proceso éxito y recibiré en mis manos el trofeo y me echaré encima y pondré dentro y fuera de mi casa más señas de mi posición y mi valía.

Habré llegado no por necesidad de mis pares ni por proceso de elección, ni como condensación de sus voluntades, ni como representante capaz para protegerlos, si no como fruto solamente de mi astucia y mi coraje para derrotarme a mi mismo en una lucha que solo me interesará a mi mismo que me convertirá en un individuo mejor sólo para mi provecho. Y ahora, en esta coyuntura, no está mal visto.
O no, mejor no.

Besos brujos.


Cuando en una canción de amor un hombre pregunta "cómo besa él" luego de haber sido abandonado, está preguntando "si te da rosca mejor que yo". En cambio, si la pregunta la hace una mujer, está efectiva y afirmativamente preguntando justamente eso, si ella besa mejor.
Porque para las mujeres
es importante el tema del beso aunque por un motivo que se me escapa por más que le ponga seso.
Uno generalmente tiene aliento a cebolla, dulce de leche, semillitas, choripán especiado y agua tónica Cunnington Indian Tonic, todo junto y encimado con rastros de perejil entre los dientes y ellas se preocupan por eso, realmente, uno con todos los canutos de los bigotes chamuscados después de haber estado chupando nafta porque la bomba del motor se detuvo a la altura de Oliveros, los labios partidos de andar en motoneta tragando bichos como un parabrisas humano y ellas se preocupan por eso, por si uno mueve la lengua como una licuadora industrial con rulemanes de motor Huqsvarna o se queda muerto y necesita que lo impulsen con una batería Varta de 12V de esas azules y amarillas. Los hombres son como los perros, uno nunca sabe de dónde han estado tomando agua.

Para ellas es importante así que ya de entrada, deducido esto, agarré y le dije a mi novia, esta chica, allá en la terraza bajo la noche sin luna y con estrellas al olor del jazmín del Paraguay y las milanesas con ajo de la suegra, recostados sobre el tanque de agua Eternit fiel en su volumen de cemento, mire usted, le dije, que tengo 25 años pero que jamás he tenido la fortuna de posar mis gruesos labios sobre ninguna mozalbeta y pese al honor que me confiere temo cometer alguna tropelia y terminar aferrados por el frenillo de la lengua a mis coronas
de porcelana esmaltada brillante como inodoro de vidriera, osea, que es la primera vez que beso y le ruego me tenga usted paciencia, he intentado antes practicar con una botella de Coca-Cola pero en mi casa somos más bien cortos de recursos y sólo pude hacerme con un sachet de leche descremada La Serenita y creamé usted que no es lo mismo comparar los bordes mal recortados de un sachet olvidado en el fondo de la heladera con esa boca entrabierta como un templo olvidado en lo profundo de la selva de un planeta frío que flota en soledad en un sistema cercano a las nebulosas de Magallanes (esas mismas que podemos ver ahora de reojo sin apenas leventar la vista por el tema de que el area más sensible de la retina está en su periferia y sabía usted que solamente son visibles desde el hemisferio sur?) ... aunque el universo y la heladera nos hielen el alma, esta última pese a estar un tanto alejada del cero absoluto... ah, pero las radiaciones!
- Ay, las cosas que dice Orlando, pero mejor callesé la boca que ya la está embarrando, como anoche.

- Disculpeme, faltaba más, como usted mande, Rosalácea.

No dude usted en hacer uso de mi amistad.


Gracias a Facebook tengo como 30 amigos y fracción y no, no es un enano, aunque ahora deberíamos decir acondroplasia, si no que a veces te encontrás un amigo y resulta que nunca más sabés nada de él ni aún estando conectados en este gran fuentón colectivo de amistades y de que podés seguir viendo todas las fotos que van agregando, los lugares que van visitando, las pavadas que van publicando y todos esos amigos que van sumando y vos no sabés ni quiénes son ni de dónde los han sacado y cómo es que no te conocen a vos y lo peor, ni quieren conocerte.
Pero como viene la cosa esto se va al tacho, seguro, ya van a empezar a manguearte plata los amigos de tus amigos en Facebook o a ofrecerte participar de dudosos negocios como pulgones para chinchillas, porque hay tantos criaderos de chinchillas que hay que empezar a buscar subnichos productivos.
Decía que ahora tengo amigos cosa que siempre me ha resultado dificil conseguir por uno u otro motivo pero principalmente la cara, y luego que siempre la embarro o la cago, si vamos por la versión menos correcta de la expresión.
Hacer amigos es algo bien difícil, pero lo peor es mantenerlos. Creo que ya lo he dicho en alguna oportunidad a esto, mil disculpas si me repito pero a las pruebas me remito que todo esto para mi sigue igual. Uno puede pelearse con un amigo, pegarse, pero lo peor es cuando te das cuenta de que no quieren saber nada con vos. Tocás timbre desde las 18 a las 3:00 am mojado por la lluvia y gritando, con dos pizzas en sus cajas y una botella de Pepsi bien fresquita bajo el brazo, arrojando guijarros o venenitos de la calle al 4to piso por si las dudas hubo un escape de gas y los estás salvando, pero tampoco podés ignorar la señal inequívoca, la luz prendida en el ventanuco del baño.
Intentás colarte al interior del edificio cuando sale una vecina a hacer cagar al perro y llegás hasta la puerta y te das cuenta, te das cuenta de que hay gente atrás de la puerta pero que andan con la luz apagada porque ya tenés estudiado el frufrú de las medias de algodón sobre la alfombra, o porque alguno se acaba de estrolar la rodilla contra la cómoda y aulla, lagrimeando, en silencio.
Entonces sacás el celular (cómo hacían antes para testear amigos??) y llamás, pero los muy astutos seguro, seguro que tienen todo en mute y por el tono el teléfono fijo ha sido desconectado. Tú teléfono es moderno así que te conectás a Internet y te logueás al Messenger y con esa herramienta que hay ahora confirmás que te han bloqueado los muy guachos. Entrás a Facebook y lo mismo. Así que te creás un perfil nuevo con el nombre de la señorita Inés, la maestra del Jardín de Infantes "La Pequeña Lulú" adonde fué tu amigo y que lo sabés porque anduviste averiguando, visistaste a su tía abuela en el geriátrico disfrazado de Oficial de Telecomunicaciones del cuerpo de Alpinos tal cual fuera su marido muerto en combate a quien nunca pudo olvidar entonces así te cuenta, la vieja, todos sus secretos y después directamente ya le hacés rendir cuentas con el altísimo de pura lástima nomás, pobre vieja, con la almohada como en esa película "Durmiendo con el enemigo", qué joder, hay que ahorrarse los gastos también y te hacés entonces amigo de un amigo de un amigo de tu amigo, siempre en Facebook, convengamos, porque si hay alguien a quien tu amigo extraña es a la señorita Inés quien, sin saberlo, es ahora caballo de troya informático.
Entonces esperás 12 horas más junto a la puerta con tu cargador a pedal, eólico y solar, hasta que te acepta y ahí sí, agarrás y le cantás las cuaranta y le decís: soy yo, sinverguenza, esta es la cuarta vez que me borrás de tu agenda, no estoy dispuesto a permitirtelo nunca más, que sepas que tu amistad no me hace falta, que podrás salir con Tito, Juan Carlos y Nacho a jugar al pool los martes y jueves en el bar "Esperanto" del barrio Las Albricias excepto cuando tenés que llevar a tu mujer al polígono de tiro, y con los muchachos de tu laburo los viernes de 21:00 a 4 a jugar al poker en la casa de Osvaldo porque la mujer se va a Buenos Aires a comprar mercadería y no los jode, sin darte cuenta que así me dejás sin los dos grupos en los cuales cimento mi existencia pero bué, mirá, por esta vez te lo perdono, abrime la puerta y dejame que los saque a vos y a tu mujer a dar una vuelta, llevemos al perro, dejame las llaves del auto a mi que a vos siempre, siempre te patina el embrague cuando llueve y si no fuera por mi que te cuido como un hermano, como a un hermano mirá, hace rato que estarías andá a saber dónde.

Hasta el otro carnaval.

1) Hoy accedí y fuí a ver "Mamma mia" con mi señora cónyugue. Reconozco que me divertí y moví los pies. Una pareja llevó a sus pequeños hijos y ví como uno de ellos gozaba con las escenas ridículas de baile. Tal vez fuera su primer película y no puedo dejar de pensar qué hubiera sido de mi si en lugar de haber visto por primera vez "El desierto de los tártaros" hubiera visto esta película...
Ah, Meryl Streep está de la nuca, aunque su belleza no se ha diluido desde "El cazador de ciervos".

2) Amaneció azulmente, frío, calmo, sereno, con esa sensación de burbuja a punto de romperse desde dentro y a lo lejos se podía ver cada pliegue del Burren. Eso quiere decir que el día seguirá claro pero frío en la sombra, crocante como papel manteca tostado.
Así que salí a caminar y encontré la fuente de San Augusto a orillas del Lough Atalia, que no es un lago pero una entrada de mar. La fuente aparece y desaparece con la marea del Atlántico y la cruz puede no verse según la huella lunar.
Durante tres años viví frente a esta masa de agua y ahora la extraño.
La fuente de San Augusto existe hace siglos y se le atribuyen milagros curativos, especialmente de la vista sin embargo si hay algo de lo cual me siento orgulloso es de mi perfecta visión, especialmente de lejos, así que me abstuve de mojarme las córneas en sus aguas. Es que todavía puedo distinguir una F negra de una roja a 5 metros de distancia...



3) El Gato por el momento cierra el boliche. Me he prometido ir a Uruguay apenas pueda y es una promesa a una persona que apenas conozco. Qué se yo, yo qué sé.

Boomp3.com

Un viaje


Partimos hacia poniente para circunnavegar la isla así llamada también Hibernia y la mayor y más conocida por nuestras gentes, sabios y poetas que es la de Inglaterra. Hacia naciente, al fin, luego de un par de días de navegación sin problemas arribamos a tierra de Francos y pudimos, con fines absolutamente logísticos, remontar el río que llaman Sena para acomodarnos en otra nave al fin más grande y preparada para el trecho final que nos llevaría al puerto de la ciudad serena. De su ciudad capital Lutecia guardo imágenes indelebles en mi memoria y me maravillo al recordar la cantidad y el tamaño de sus edificios, la voz y el carácter de sus gentes y, obedeciendo a mi interés profesional, la intensidad del comercio que desempeñan junto a los barcos que llegan de todas partes con su variopintas tripulaciones, banderas, cargas, costumbres y lenguas. Afortunadamente tuvimos más días de bonanza y vientos favorables que de aquellos para recordar desde el horror, y nuestro capitán nos decía con su acento ampuloso que le imponía al italiano aprendido de tanto contar,sumar y discutir que estuviéramos siempre alerta por si en el horizonte aparecieran naves turcas dispuestas siempre a capturar una buena partida de cristianos para su mercado de esclavos. No pude menos que pensar en aquellos desdicachos bárbaros adoradores del falso profeta Mahoma a quienes pude ver en más de una ocasión empuñar los remos de inmumerables galeras de los reinos cristianos y sentí miedo al imaginarme en su lugar, mi libertad por siempre maltrecha y obligado a renegar de mi fé a cambio de conserver lo poco que me quedara de vida. Pero soy sin embargo un hombre racional que ve en todos los hombres la llama divina y reniega por tanto la noción de la esclavitud y que atribuye el valor de meras justificaciones vacuas las razones de religión aducidas. Que llegue pronto el día, pedí en mis oraciones más de una vez durante el viaje, en el que el hombre no sea víctima del hombre y que su libertar no dependa de la decision de otros quienes lo despojan de su condición por un arbitrario motivo del momento, hoy la fé y mañana, no lo sé, tal vez el color de la piel o la voz con que describe el mundo. Sumergido en estas cavilaciones fuí sorprendido por la voz del vigía que anunciaba nuestra proximidad a la ciudad de Venecia. Pero poco pude disfrutar de la vista, el capitán desvió el rumbo hacia poniente una vez más y buscó otro puerto más pequeño sobre la costa tomando un par de horas para descifrar la intrincada red de canales entre los pantanos y bajíos. Lo ayudaba un práctico, un hombre críado en la zona que había abordado la nave unos días antes y que hablaba con seriedad sobre cualquier tema como si su única preocupación fuera llegar e salvo al final de cada oración que expresaba constantemente cruzado de brazos, las piernas abiertas manteiniendo el equilibrio sobre la cubierta con habilidad inaudita....

Podría haber escrito todo eso y seguido por un rato pero mejor digo que tuve que estar más tiemp arriba de un avión y de un colectivo que haciendo lo que tenía que hacer. Estuve en la bella ciudad de Pádova y puder ver los techos de Venecia durante el aterrizaje y a mi lado un musulmán cumplió con la ablución menor o lavado ritual de cara, manos, pies y cabeza con agua invisible que brotaba del asiento de adelante y si, convengamos que es la primera vez que lo veo y algo de cuicui me agarró, pero bueno, enseguida comprendí que él también tenía miedo y que ante el inminente aterrizaje había decidio prepararse para ir en paz con un murmullo leve que parecía decir "no hay otro dios que Alá y Mahoma es su profeta". Por un momento pensé que era un obsesivo compulsivo.

Fuí, vi y volví.