Yo y Bjork - Dedicado a los que se sientan mal el día de hoy.

A veces me imagino que estoy casado con Bjork. Mi mujer lo sospecha porque me compré un compact de Bjork y la verdad que lo escucho poco. No sé porque me imagino que estoy casado con Bjork en vez de, como cualquier varón heterosexual, simplemente imaginar que la seduzco y la abandono pero bue, se ve que de chiquito yo pensaba que era más importante casarse que tener sexo ,como esas nenas que imaginan al hombre perfecto y después no saben para qué cornos lo querían, pero como les dijo la madre, les dijo la abuela y todas las primitas, se tuvo que conseguir uno o tal vez simplemente porque Bjork no está tan buena.
Bueno, al final que me imagino que entro a la casa de Bjork mientras suena "Like someone in love" en la versión de Bjork, naturalmente. Toda la casa es de madera noruega y guatambú con un gran ventanal que da a los fiordos de Islandia o, en su defecto, volcanes; enfrente pasa flotando lentamente el iceberg que hundió al Titanic y que Bjork se hizo remolcar especialmente para hacer hielo para los tragos en sus ágapes y fiestas organizados para sus miles de amigos.
Bueno, entonces entro yo todo vestido de negro, con polera (o con una polera beige también), en patas y fumando una pipa y Bjork esta tirada en un sofá con pieles de foca y ovejas y le digo, comprate un pullover como la gente, mugrienta, porque tiene todo el pullover roto con las mangas desflecadas y me mira con toda esa cara de gato que acaba de comerse un pajarito, como en la foto del disco este que tengo, me mira y me dice tocate la mandolina, dale, te compré una mandolina, tocate la mandolina y yo, que hice un curso de música en lo de Charles Atlas como para no desentonar en las fiestas de Bjork agarro y me toco "Duerme Negrito" con la mandolina y en dialecto islandés, porque me gusta como suena esa sucesión de rocas guturales y arena rascando en la garganta mientras se baja con una cuchara de nieva eterna del polo.
Nos acurrucamos en el sofá y mientras rasguño desganadamente las cuerdas entro en un mundo de ensueño mirando los drakkars y los kayaks que pasan frente a la ventana esquivando, eso si, el iceberg.
Pero al final Bjork me deja porque no sé como ponerle los dos puntitos a la "o" de su nombre. Perra.