Mi vida interior . Parte I

Hola, soy la hernia de disco de Motonet. En realidad soy lo que queda de un disco intervertebral ubicado entre las vértebras lumbares 4 y 5, apenas arriba del huesito dulce. Me pueden llamar L4-L5 o el disco.
Existen numerosas causas para que un disco diseñado por la naturaleza para resistir los más variados abusos se rompa y expulse su gelatinoso contenido hacia el espacio medular presionando nervios y causando un gran dolor, un dolor que puede irradiarse desde el glúteo a lo largo de la parte posterior de la pierna hasta, incluso, el pie. Los boxeadores conocen este dolor, y es ahí donde golpean a su oponente para que este pierda fuerza en sus piernas y se tambalee.
Una de las causas más comunes es el mal uso de la columna vertebral. Sentarse frente a un escritorio durante ocho horas al día en la posición incorrecta más un generoso sobrepeso más tabaquismo y falta de ejercicios son factores que aceleran la inflamación y, con mala suerte, la destrucción del disco, en este caso yo, el L4-L5. Por supuesto que existe un gran componente genético, pero todo lo que he nombrado antes no son más que aceleradores y agravadores de esta condición. Las evitó este tipo? No, no al menos en el momento crítico.
Y eso que di señales. Lo hice caminar como un simio durante semanas, lo hice ponerse de rodillas ante la vida, le hice ver que sentía alivio en ciertas posiciones y con el agua caliente de la ducha y los masajes, la gente pasaba y le decía "no te sentés así que te vas a hacer mal" pero él no les hacía caso, lo hice ir a ver médicos quienes, lamentablemente, no fueron de gran ayuda, se dedicaron a tirar antiinflamatorios en lugar de atacar las causas reales del problema y siempre minimizando el daño generando una falsa sensación de alivio o despreocupación.
Cuando me quise dar cuenta ya no daba más, exploté y me desbordé. Antes era una sección de cilindro esponjosa y gelatinosa con un gran contenido de agua con un relleno blando y viscoso preparado para actuar como un muelle, una suspensión, un resorte que, junto a los otros discos nos repartíamos el peso y el trabajo entre todos. Ahora falto yo, ahora ya no puedo ayudarles. Ahora es tarde para operar y aún no existen reemplazos artificiales eficientes y sis existieran te quiero ver pasar el post-operatorio. Hasta que el hombre nuclear no sea una realidad...
Ahora parte de mi cuerpo maltrecho se ha derramado sobre los nervios que debía proteger. Algunos días duelo más y otros menos, algunos días andamos mal pero acostumbrados, pero hay cosas que ya no podemos hacer o disfrutar, como andar en yate, cazar a caballo o estar en la ópera durante horas.
Cuiden a sus discos, yo sé lo que les digo.