Los otros o un aplauso para las isobaras.

Recuerdo un eclipse de luna y la ciudadanía toda reunida en el Parque España, orilla par del Río Paraná, recostada admirando el majestuoso espectáculo. Algunas lanchas transportaban pasajeros y se escuchaba el tracatrac de los motores peleando contra la corriente, los murciélagos ecosonando su cena y los niños molestando como es costumbre en estos seres fabulosos. Terminado el fenómeno una generosa fracción del público rompió en un aplauso breve pero innegable. Momento señores, si el eclipse no fué organizado por la Secretaria de Cultura de la Ciudad de Rosario! Cosas así me revientan, pero la venganza de la masa que no piensa pero que actúa siempre llega.
A continuación, en la figura número 1, veáse el pronóstico para estos días (lunes y días sucesivos eran la misma promesa de juventud). Habíase jamás visto tanto amarillo sobre tanto verde por estos lares, díjeme extasiado. A disfrutar del clima muchacho, andá sacando la gomina, planchate las polainas, ponete pituco nomás, comprate un Lord Cheselin nuevo que ese parece un certificado de pobreza y tomate el tramway para el hipódromo que hoy corre Leguizamo viejo y peludo nomás.

Figura 1.-


Pero no, resulta que agarra y viene del mar una masa de aire cálido y húmedo que en contacto con la ya existente a menor temperatura se convierte en la neblina más densa que haya visto jamás ojo humano en la historia de la vista ( o una mas fría y húmeda que se encuentra con una más caliente y seca). A eso del mediodía viene y sale el sol y gracias a la poca temperatura que pudo haber levantado el dorado astro se esfuma en hilachas el meteoro pero, a eso de las tres de la tarde, cuando parecía que el sol se quedaba nomás un rato molestando, reaparece la neblina de golpe y porrazo, en un imprevisto, como sopapo de loco. Desaparece el sol pero se deja ver antes como un disco pálido y moribundo como puede pareciarse en la figura número 2.
Conclusión o broche dorado: Para esto pago mis impuestos?

Figura 2.-