Basta por dios de hacerme elegir.

Yo que me hago el pistola con todo esto del tomar partido, el conflicto, los japoneses, el discurso, una vez satisfechos mis dilemas morales me recuesto en la hamaca paraguaya, tranquilo en mi chacra, en el fresco de los paraísos y el dulce canto de las calandrias, resguardado por mi ejército de teros entrenados, le pido al peón que se cebe unos tererés con caña Piragua y resulta que viene el cura del pueblo corriendo cuesta arriba sacudiendo la panza y la sotana con un sobre en la mano. Elecciones en Italia!!! Diantres.
No sé a quién votar, pero a Berlusconi no.
Esto es peor que la peor de mis pesadillas,una guerra entre Argentina e Italia causada por una discusión a ver quién hace la mejor bagna cauda, que si los piemonteses de piemonte o los de los pueblos de la provincia de Santa Fé, fieles guardianes de la fé mística de la anchoa santa bella d'oro. En mi pesadilla yo peleo por Argentina, claro, pero tengo pasaporte italiano, me atrapan, tengo que hablar en italiano con acento de verdad porque me olvido de abrir las vocales bien abiertas, me descubren pero me ofrecen ser doble agente, vuelvo a Argentina, encima me dan pasaporte canalla, sufro un colapso ético cuando intento robar los planos de la usina Sorrento y me termino haciendo uruguayo ya para no sufrir más. Qué bueno ser uruguayo.
No zafo de ninguna che.
Voy a hacer mi propio partido. El Partido por el Medio o el Mezzo Partito.
Basta ya! Déjenme latifundear tranquilo.

Si quieren algo en serio sobre las elecciones en la península mejor diseñada del mundo, lean este blog.