Te iba a decir algo y me olvidé...

1) Ah no, pará. Hoy me llegó el carnet y estoy autorizado a manecare tractores. Ahora sí puedo opinar sobre el conflicto con "el campo"! Igual no entiendo nada, pero poniéndome en el lugar del General lo que haría sería esto: les digo que les bajo los impuestos si ellos ponen en blanco a todos los peones y si renuevan toda la maquinaria obsoleta, eso si, sacándo préstamos en el Banco Nación y sólo componentes de fabricación nacional. Algo así. Pero como no sé nada, opino, total qué, me van a venir a pegar?
Para mi el campo queda lejos, está lleno de gringos (piemonteses) con camisa a cuadros en camionetas y todos los pibes juegan al basquet. También hay otros con apellidos vascos que juegan al polo y se casan con las trillizas de oro o gente con apellido irlandés que es más fino.
No sé si son todos oligarcas latifundistas o si toda la protesta consiste de esta gente o es todo el mundo, desde el productor más chico al más grande. Además no entiendo bien como se hace paro en el campo y qué pito tocan los carneros, por ahí el gobierno anda mejor en la Patagonia. Además las vacas explotan y todos los animales se vuelven viejos y los granos dorados del Inca se pudren en la vaina porque ni cuervos como en la pantera Rosa hay que se los coman y la soja sirve para jugar a las bolitas, hacerse collares y pintarlos con témpera, los sulkys se llenan de tierra y las tabas lloran la ausencia de la mano amiga del gaucho. Encima los tipos cortan las rutas pero parece que la boina no les llega a tapar la cara como a los piqueteros así que los reconocen a todos los de "los servicios" que andan sacando fotos.
Pero yo tengo fé que todo va a cambiar. Como dijo Cacho Castaña, a este país lo sacamos todos juntos o no lo sacamos todos juntos, no lo entendí muy bien porque nunca llego al final de la canción. Y o si no, para cortar por lo sano, propongo: Reforma agraria, llame ya!
Es increíble como rasqueteando sin mucho esfuerzo, en el fondo, hay toda una pátina oscura de prejuicios.
Pero mis preguntas son: a) qué campo es este? b) grita el campo chacarera?

Acá dejo la foto del carnet adonde muestra el tractor que me autoriza a hablar del campo:



2) Los niños, al contrario de los que muchos creen, no se llevan bien con la religión, con ninguna. Los niños siempre preguntan “es verdad, sucedió de verdad, en serio pasó eso?” porque simplemente estan intentando evitar que les metan el perro; necesitan saber qué es verdad y qué es cierto para no terminar con la cabeza en un inodoro turco en el servicio militar o de algunas manera estafados el día que pierden sus dulces rasgos de cachorros y el resto de la manada se los coma a dentelladas. Saben cuando algo es intragable como aspirineta de goma, desde un cuento en el que un lobo se lastra a dos personajes hasta la multiplicación de panes y pescados. Sospechan que la boca y el estómago del cánido lupus no dan para tanto y saben por experiencia propia que para comer algo primero hay que trozarlo y masticarlo. Nadie nunca se preguntó por qué tanta alaraca y tristeza y llanto en viernes santo cuando el tipo más tarde resucita y además sigue vivo para siempre a la diestra de su padre celestial? Los niños no son giles, saben que tienen que penar para poder llegar al domingo y comer chocolate, romper algo con permiso y, ahora no tanto con esto de los huevos Kinder, develar el sagrado misterio de las sorpresas. Después todo se hace costumbre, uno ya no se sorprende de nada y termina repitiendo todo como un caballo viejo, siempre el mismo tranco, la misma curva. Sospechar que algo no es cierto no es garantía de incredulidad, hay otros mecanismos de refuerzo de creencias, como la inquisición o las recompensas monetarias o simplemente, como dije, la costumbre. La gracia de todo esto reside en el alivio frente a tanto dolor, que es algo que todos compartimos, el dolor, la condición humana, la humillación del cuerpo físico por la enfermedad, la vejez, la muerte, la puta química organica del carbono y los radicales libres. Es alivio lo que se siente cuando llega el leñador y mata al lobo, es alivio cuando, obviamente, el tipo resucita. Como un acto reflejo incontrolable el alivio florece y envía endorfinas por todos los canales del cuerpo. Lo único que les envidio a los que creen es que tienen un suministro constante de endorfinas y yo, en cambio, sólo cuando como canelones.

Todo esto está basado en el único niño que conozco y es el que yo fuí. Así que si lo quieren pelear los espera a la vuelta ahí en la vía con Centenario, parece bueno y medio caído del catre pero no suelta prienda.