17 de Julio, día de la Lealtad.

1) Siempre estuve con Cobos, siempre, desde el principio, vamos Cobos, no afloje Cobos, siga Cobos, no arrugue Cobos, adelante Cobos, yo lo apoyo a Cobos, lo empujo a Cobos, lo remolco a Cobos, lo llevo a cocollo a Cobos, le paso un pañuelo para que se seque la transpiración Cobos, y un vaso de agua para ayudar a que le bajen.
Juan Carlos Cobos, te busco y te nombro.

2) La verdad que si me hubieran llamado a mi que tengo pasta de estadista estilista esto te lo arreglaba en dos patadas. Primero consigo un científico con la ética elástica y le encargo un virus o bacteria (la diferencia está en que unos se venden por kilo y los otros por docena) para que ataque a la planta de la soja. Se acabó la soja se acabó la joda, hermano, a sembrar venenitos. Segundo, los chinos. Acabar con los chinos es más dificil porque no se quedan quietos y ya vimos que no hay virus que los voltee. Tampoco es cuestión de andar matando chinos, no se me confundan, es cuestión de dispersarlos nomás. Esto no es fácil porque tienden a concentrarse. La solución está en dejarlos colonizar Marte lo antes posible. Una vez establecidos en Marte les pasará como a los ingleses con los colonos americanos o yankis. A esta altura ya tendrán sus propios cultivos de soja marciana que es inmune a la bacteria o virus argentino, pero el problema del campo ahora lo tendrían los chinos pero en Marte, mientras que nosotros nos dedicamos a lo de siempre que es comer asado con un poco de ensalada y a decir que somos todos peronistas pero después hacer cualquier cosa mientras jugamos al Estanciero en la extensión plana en infinita del planeta Tierra.
Creo que así podría seguir un rato pero la verdad tengo los nervios crispados.

3) No se olviden de Cincinato, ese si que era grosso. Ah, no, Cincinato araba.