Interregno

1) Si el modo más preciso de tomarle la temperatura a un enfermo es metiéndole un termómetro en el tujes entonces el gobierno se lo viene metiendo a si mismo en la oreja. Porque hay una temperatura popular. Todos nosotros los comunes sabíamos que Irlanda iba a votar por el NO al tratado de Lisboa. Los políticos no lo sabían, empezaron a temblar y no de fiebre una semana antes del referéndum cuando vieron los resultados de una encuesta. Fué demasiado tarde. No pudieron revertir la tendencia, se dejaron estar tres meses y se les quemó el pollo.
Lo mismo con la crisis argentina. La gente que sale con las cacerolas, boludos o no, simplones o no, pacatos o no, salen porque no quieren más a este gobierno por diferentes motivos: las carteras, el tono de maestra, el apego al glorioso campo viejo motor gasolero de la economía, la idea de que se divide a la sociedad siguiendo un plan maestro chotovélico, o que simplemente no hay plan. No importan las razones como dije, ya no importa quien tiene razón o de que lado se está, hay una temperatura que se toma mejor desde el culo de la sociedad y el termómetro indica en su escala que se pudrió todo, nos guste o no.
En el 2001 se inventó la democracia de resultados que es la democracia de la muerte súbita o del gol de oro.
La gente está dispuesta a tener un interregno de anarquía y cabezazgo duhaldista antes que seguir con lo mismo, sea esto default y robo de ahorros a escala masiva o retención de ganancias extraordinarias a un sector productivo que ya enarbola más de una bandera, entre ellas la bandera a cuadros.
Y yo digo todo esto desde acá, ciudad de Galway, república de Irlanda, donde nunca pasa nada. Pero para mi es como estar en Rosario, que es el centro de Argentina por si no lo sabían. Ya sigo, entro la Ferrari al garage y sigo con esto, esperenmén un cacho.

2) No iba a escribir de esto del campo porque si no la gente no me lee el blog y se me caen los auspiciantes,esos a los que les interesa el pais.

3) Resulta que fuimos unos días a Edinburgo, por si a alguien le interesa, y salimos desde el aeropuerto de Shannon acá al oeste de Irlanda, donde las calles son de esmeralda y los cordones de oro, las rotondas de porcelana y los inodoros de cromo, porque resbala.
Es un aeropuerto por donde pasan contingentes de militares yankies en su camino al territorio ocupado de Irak.
Acá dejo una foto de un soldado buscando un souvenir en el freeshop. No pongo más fotos por miedo a los servicios de inteligencia yankies que podrían no aprobar mi dedicación retratista.
Porque para mi es un poco como ser un bárbaro de una lejana provincia del Imperio que se levanta una mañana y ve pasar a las legiones con todos sus estandartes, penachos y corazas, marchando a Germania o Palestina y poniendo en realidad rumbo a Persia.



4) Edinburgo es una ciudad rara pero bonita. Tiene una roca en el medio con un castillo adonde cada día a las 13 en punto se señala la hora con un cañonazo.
Después, para convidarlos, les cuento de Edinburgo y de Escocia, así nos olvidamos un rato de estas cosas que nos están pasando y nos zampamos una cerveza de barril bien densa como una sopa que tarda cinco minutos y fracción en decantarse.