I am your father, Luc(iano)! - IV Spiderman - Un texto

Tres textos tres, por el precio de uno.

1) I am your father, Luc(iano)!

Hace unas 4 semanas que arranque con el curso de soldadura, me perdí la primer clase porque tuve que ir a Holanda (siempre quise decir eso o no fuí porque tenía clases de equitación) y hasta ahora todo bien.
Por qué soldadura? Todo lo que era fierro en mi casa lo había hecho y soldado mi viejo y yo solo ayudaba, sostenía las fierritos con el pie, me ligaba un coscorrón por andar papando moscas, etc. Pero nunca pude aprender la técnica y cáspitas que me hubiera gustado. Así que ahí tenés che, me anoté nomás en el FAS que vendría siendo el Centro de Capacitación para Jóvenes Justicialistas de Irlanda. Tiene unos talleres impecables hay que reconocer, y lo demás depende de mi mano y de entenderle al maestro.
Les dejo un video, ahora que tengo cuenta en YouTube soy como mono con electrodo.
Sepan disculpar aquellos a quienes la estética del filme pueda lastimar.




2) IV Spiderman.

Cómo? Si recién salió la 3er entrega, ya van por la cuarta? No, es que tengo la masa de 4 Spidermans.
Ayer tuve mi bautismo de vuelo en las herméticas técnicas de la escalada deportiva.
Lord Greystoke me inició en las artes oscuras de la cuerda y la punta del pie, en el orgullo de decir me quiero tirar de cabeza pero no, todavía me queda un poco, ya lo tengo, casi, casi, casi...la reconferencia de la lora!
Y a entregarse a los durisimos brazos de la gravedad.

3) Un texto

Cada vida es preciosa pero sus detalles son insoportables, dijo Ibn Alhasuh sobre su fórmula para componer personajes sencillos pero de innumerables detalles.
Aplicaba los grandes hechos de un siglo y obtenía individuos como quien saca hormigas con un palito.
Es sabido que esta defensa no pudo salvar su vida. Lo mismo da entonces que tu cabeza siga pegada al cuerpo, sentenció el cadí Al Raschid Ibn Mounir, hastiado de tanta filosofía.
Un hombre llega a un recital, digamos U2 o Carl Orff, los dos son eventos casi cinematográficos, y se sorprende por la cantidad de gente presente. Esperaba ser el primero, el único, lo especial o destacable, el ser adonde los ojos de la estrella se posaran o al menos el único en saber la conexión de Carmina Burana con un film de los años 80....que han visto millones de personas.
Un hombre cuenta una anécdota y otros responden que también lo han vivido, o se preguntan en silencio, cómo. El horror de verse multiplicado en el recuerdo de otro equivale al de la muerte y como tal se combate con el mismo gesto; se ignora con un sacudón de cabeza.
No concebimos un mundo tan grande. Ni los litros de agua que componen el mar que es uno y no siete, ni los millones de personas que analizan el cielo por las mañanas.
El hombre no ensucia sus aldeas pero si los grandes ríos que le son ajenos.
El hombre es atómico, ha de dividir para prosperar, ya sean sus lenguas o la extensión de sus imperios; el fuego de las estrellas incendian su mirada pero le queman la mano, tan grande es la distancia.
O por el contrario, en la muerte de las cantidades se forme la pila que nos eleve y nos salve.
Pero es con estas manos, con este pecado, que iremos a descubrir nuevos mundos?
Cada vida es preciosa, dijo Ibn Alhasuh, pero sus detalles son insoportables.