Se hacen post a domicilio y se pican bajada de cordone.

1) Vuelve el yobloguismo porque la verdad, no se me ocurre nada. Tengo un par de preocupaciones en la cabeza. Ayer recibí la llamada fatídica que todo masculino de 35, obeso y pelotudo, teme recibir. Aquella del médico que te dice "tenés el colesterol alto así que a moverse, largar los quesos, grasas, chupi y otras cosas que sabés que te hacen mal".
Otra vez al gimnasio. Y usted dirá por qué no sale a caminar el tipo este o se va en bicicleta al laburo o se levanta y deja de escribir gansadas para beneficio de nadie? Pues no lo hago porque me lleva el viento, se me congela la nariz y es de noche y no veo ni por donde piso. Así que no me queda otra que pagar para transpirar como chancho en Estanciera. Pensar que hay gente que no sabe ni lo que es una caloría y yo voy a desperdiciarlas así como si nada, ahí el millonario derrochón de lípidos.
Y bueno, como me van quedando pocos años de vida entonces les pido un favor a mis fieles amigos del blog, que me vayan dejando acá un último deseo para que yo lo haga. Por ejemplo que me pongan: hacé aladeltismo o andá a Mar del Plata y jugate 5 pesos a los impares. Y yo voy y en verano capaz que lo haga. Si no me ponen nada entonces voy a captar la indirecta y comprender que a) no tengo amigos b) quieren que me muera así todo irresuelto.
Que si no tengo yo mismo nada que hacer antes de morir con las arterias colapsadas?
Si, tengo.

2) Anoche, a modo de despedida, tuve mi última cena: Cordero a la Guinness según lo comen en Irlanda.
La receta, por fin, va a parar a mi otro blog, en breves minutos nada más.
Si muero que sea cantando mi amor por Santa Fé y Rosario también.

3) Esto es todo amigos.