Como saber si lo que está mirando es Cine independiente - Parte I

Los amigos norteamericanos a veces nos sorprenden con películas que se salen de la norma, generamente circunscriptas en la órbita del llamado cine independiente o indi, lo que quiere decir es que el director ni el guionista han sido amenazados para cambiar el final ni para alterar la historia de manera que agrade a los tipos que ponen la guita. Cuando alguien ve una de estas películas termina diciendo: ah, pero entonces no todos los yankis desayunan panqueques!
Algo así, no soy experto, pero este cine existe y si no me creen vayan a Wikipedia.
Se pueden distinguir por cierto tono depresivo, descripción de familias disfuncionales de clase media educada donde todos son unos frustrados sexuales. Lo más importante es el final abierto, un recurso que cada día utilizan más y más los directores que quieren impactar a sus audiencias sin tener que utilizar una explosión, un malo que resucita, o un gran actor que hace de retrasado mental que parecería ser la gran gracia de todo aquel que quiere un oscar en su repisa.
Ahora bien, a quién le gusta este cine? A mucha gente pero principalmente a la que reniega de las producciones pochocleras de Hollywood, a aquellos que no te miran un Iroman, un Spartaco, una de Chuck Norris, y que miran cine francés, ponele, o europeo en general, o el nuevo cine argentino y te dicen así, de una, "si comprás pochoclo te extrangulo".
A ese tipo de gente también que te nombra las películas por el director y no por el muchachito que es el que pone la sonrisa, los músculos y el talento; te dice: fuimos a ver esta de Igor Tronkosky, esa que nieva toda la película, 300 minutos de silencio entre una pareja en la que la chica tiene un cierre en la panza y él juega al dominó solo con fichas en blanco....
Todo bien. Soy el 50% de las veces, esa persona, he de reconocerlo; el restante 50% miro cualquier verdura, cualquiera, compro helado o lupines o confites Sugus y apoyo las patas en la butaca de adelante y creo, convencido, que es lógico que los extraterrestres deban siempre apuntar a EEUU como destino y que usen sistemas operativos compatibles con Windows, que las minas estén todas buenas y que los cargadores de las armas sean infinitos. Porque para eso voy al cine también, a empelotudecerme con una alteración de la realidad.
Pero bueno, me fuí de tema. El tema es lo siguiente: cómo saber que la película que se está por ver o alquilar es independiente? Cómo saber que detrás del guión de esta pelicula yanki hubo un cerebro pensante y entrenado, culto, amante del arte y no una mesa de inversores que sólo piensan en romper las taquillas? La respuesta es muy fácil. Si uno de los personajes tiene barba y tiene cara de conflictuado entonces es indi. Por supuesto que no cuentan las películas de vikingos ni esas con Jeff Bridges, ni las del Che Guevara.
Todo parece indicar que en USA los hombres cultos conflictuados que están pasando por un momento depresivo, reflexivo o de profundo y doloroso cambio, se dejan la barba y usan sacos con coditos. Este recurso también es muy útil para que un actor que está acostumbrado a hacer otro tipo de trabajos pueda hacer un papel mas serio y no le anden gritando por la calle "dale, tirate un eructo como en Viaje de Estudio III".
Acá van nada menos que cinco ejemplos en los que se puede constatar la plausibilidad de esta teoría. Incluyo los nombres de los directores para aquellos que tienen que asistir a una reunión de gente paqueta o a la Embajada y no quieran quedar al descubierto en su ignorancia.


1) The Royal Tenembaums. Director: Wes Anderson.
En esta película no sólo hay un personaje sino DOS con barba y cara de conflictuados. Es más, uno de ellos es psicólogo y usa saco con coditos. Garantía de intensidad interpretativa. Al margen, la película es buena y hay tres personajes más con equipo de gimnasia Adidas de color rojo como esos que usaban los que tenían plata cuando íbamos a la primaria.



2) Little Miss Sunshine: Director: Jonathan Dayton.
En esta película hay un sólo personaje masculino en crisis, no usa saco con coditos pero tiene barba y, como es el tío, seguramente es el que termina abriéndose primero emotivamente y arrastre a los demás a un momento de paroxismo sentimental en el que todos se abrazan y se dicen cuánto se aman y juran nunca más ser como antes. Pero igual son anglosajones, así que no creo que se visiten mucho más seguido que antes.



3) The Squid and the Whale. Director: Noah Baumbach.
En este caso por lo que pude ver hay un sólo actor con barba que, encima, tiene parches canosos, con lo que le da más potencia al personaje. También usa saco con coditos así que seguro que es un intelectual y ha leido libros de poetas norteamericanos y se los sabe de memoria y los recita cuando viene al caso y está esperando que le publiquen un libro y nadie le da pelota pero al final sí se lo publican, y dice: viste, qué te dije.



4) King of California: Director Mike Cahill.
Michael Douglas hace gala de su adorno facial que le envuelve una especie de sonrisa idiota que le quedó de su visita al loquero. Cumplea así con la consigna y nos libra de toda duda al momento de alquilarla, porque realmente no creo que esté en cines. A lo mejor no es indi, pero tiene barba y ha hecho papeles tradicionales, así que seguro tiene que cambiar de registro para que le dejen de decir "cuando vuelve Las Calles de San Francisco, Michael?"



5) Smart People. Director: Noam Murro.
Nada más y nada menos que Denis Quaid haciendo de profesor de literatura que también está esperando que le publiquen un libro. Parece ser que en EEUU todo el mundo tiene que publicar un libro y más si tenés barba.
Pero Denis no sólo porta una increíble chopera falsa de gomaespuma si no que finge haberse bajado del caballo moviéndose todo el tiempo con las patas abiertas y rengueando. También trabaja Sarah Jessica Parker lo cual no es garantía de nada pero bué, se ve que está aburrida y sabe poner cara de amargada, así :(