Me ofrecen un trabajo de corresponsal freelunch para La Capital de Rosario, yo les mando un texto y ellos me mandan un carlito envuelto en papel encerado. Lo que más disfruto es guardar el piolín que siempre va a parar al tercer cajón de la mesada junto al papel engrasado, previo rasqueteado del queso pegoteado manchado de ketchup, la mácula más perfecta.
Un día llega el paquete, nos juntamos todos dispuestos a comer y encuentro entre dos fetas de paleta vidriosa un sobre con una invitación a una cena gala de la secta secreta Vibra Perón, tercer piso del Palacio Fuentes, concurrir con zapatos y de etiqueta.
No lo puedo creer, apronto el pasaporte y me compro una chomba con cuello mao para la ocasión y una campera de lona con cremallera de plástico azul, cinto correa marinera con hebilla repujada de repujes al tono y ya que estamos, medias nuevas, no vaya a ser que haya que descalzarse por la alfombra aunque a lo más seguro es que haya parquet, aunque con medias uno se resbale siempre es mejor para bailar el vals. Etiqueta tomo una prestada de la botella de lavandina, supongo que con eso alcanza.
Llego a Rosario y toco el timbre del Palacio, se abre la puerta y subo en el ascensor enrejado que se cierra con un ruido de ave mecánica, firme pero emplumadamente suave. Muestro la tarjeta y el Chambelán anuncia mi nombre y rango, técnico superior en computación, Don Motonet y Gorden.
Nadie se dá vuelta así que enfilo para la mesa de los quesos y donde hay más mozos, ahí cerca de la mesa. Poco rubio, me digo, estoy en mi elemento, junto escarbadientes en un bolsillo de la campera y en el otro las servilletas, por si hubiera una emergencia y entablo conversación con unos tipos también de campera pero con mocasines con flecos que marcan cierta distancia en términos de estratocúmulo social.
- Y digamé, Irlanda, es permeable a la evangelización Justicialista?
- Cuando no llueve sí, aunque es mejor hablarles en inglés, cosa que se contradice con la esencia misma del partido, vió, la lengua del imperio hace las cosas más difíciles. Yo le diría que más o menos, lo que voy haciendo es ir pintándole un caballo pinto a cada cuadro de Michael Collins que veo, así se les va formando la imagen.
- Me imagino. Qué tarea, qué task, dirian por allá, no?
- Una task de la gran force! Mucho esfuerzo.
- Y digamé, por qué anda en cueros?
- No era la noche de los descamizados?
- Pongasé algo que ahora empieza lo más importante, preste atención!
Y presté atención si es lo que me más me sobra; vinieron unos tipos engominados con una caja de alabastro de donde sacaron, para admiración de todos, un mate de calabaza negra y detalles de alpaca. El mate donde el General tomara su último mate, aún con partículas de bizcochito en la hendidura mordisqueada de la bombilla!
- Y el termo?
- El General usaba pava!
- Ah, ah, ah, menudo detalle.
7 comentarios:
Estas sectas secretas me apasionan.
Amerita la continuaciòn!!
Un abrazo.
Irlanda SI es permeable a la evangelización justicialista.
Te lo juro.
(qué lindo es leer lo que escribís, che...)
Querido Motonet Gorden: que lástima que se tubo que tomar el pire, por aqui ud, seria el único (mire lo que le digo) capaz de confrontar el desvario de nuestro gurú: YCEM. Espero que siga asi (medio pirado) por mucho tiempo mas. Hasta el Halzehimer siempre...
Bueno, aparentemente este post me costó 3 seguidores.
Igual me alegro de que se diviertan los que se divierten.
Saludos!
Ya era hora que devolviéramos lo que nos trajo el viejo Braden...
¿El General no toma con termo? Pero más vale, no es ningún uruguayo.
Cuénteme como cuatro.
Calavera: Ahí lo cuento!
Si!! Que siga! Me encanta cuando dice "continuara"
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