El problema en Irlanda es que aún en verano no hay muchos insectos y los pocos que hay son más bien bobos. Los bares, pubs y restaurants sufren las consecuencias porque no tienen cucarachas que combatir, ni azucareros con moscas atrapadas, ni cagaditas del mismo insecto que ensucie el mimbre, la madera o los cables de las lámparas. La gente cuando abre las alacenas no ve nada excepto pulcras y ordenadas cajas, los perros no se rascan ni se suspenden las clases por pediculosis.
Los niños apenas saben qué es la maldad porque no andan quemando ni pisando hormigas y tampoco saben lo que es el miedo porque nunca se encontraron una araña del tamaño de un perro pequeño adentro de una zapatilla un domingo a la mañana. Aunque las arañas no sean insectos serán, como dijo Sir Bill Bailey, doblemente traidoras, al género humano y al género que les dá de comer con sus seis manos.
Una picadura de avispa es una experiencia de alto riesgo que se puede comprar en el mercado negro (el que importa insectos ilegales) y la polinización se hace a mano con plumeros, deber nacional que todos cumplen en horarios prefijados de antemano por una comisión. Y esto no puede ser.
Así que el gobierno de la isla falto de divisas para comprar insectos a países más cálidos ha decidido crear un área con microclima, acá cerca nomás, que de lejos parece un Tupperware semiesférico dado vuelta. Es una granja hidropónica donde se crían bichos. Siendo uno de los pocos humanos con experiencia en manipular estos artrópodos ungulados se me ha ofrecido el cargo de Gerente General o Capataz y ya me encuentro a cargo de mis funciones con traje caqui, sombrero de corcho y botas hasta las rodillas, como un Horacio Quiroga más bien morrudito. Me asaltan las mismas locuras mientras controlo la producción de guano de mosca para embadurnar locales de comidas, ando con el Raid en la cintura, reviso la almohada de plumas de cisne del Shannon, filtro el arroz de gorgojos, levanto el morrón de la pizza a ver si hay una cucaracha abajo, me levanto en la madrugada y prendo la luz de la cocina a ver si salen seres disparados por el reflejo de huida delatados solamente por el arrastrar de patas en los cerámicos, reviso los zapatos antes de ponérmelos, me tapo los oídos con cera todas las noches para que no me pase la del descubridor de la fuente del Nilo, el Capitan Espeche, y no sé cuantos otros rituales de protección. Lo peor es prevenir el mal de ojo, ya que los muy taimados tienen ojos compuestos.
Otra cosa es ya el manejo económico de la granja, lo peor es la doma de cucarachas y la castración de algunos ejemplares de gusanos que se torna complicada porque hay que tener buena vista y mucho mejor tacto. La yerra también ha de ser efectuada de manera cuidadosa, sin querer hemos cuasi exterminado manadas enteras de pulgones. Para las hormigas hemos optado sencillamente por el tatuaje y la tintura química al darles pintura fosforescente con el forraje disminuyendo así la mortandad por pisada accidental, eso sí, sacrificando la natural coloración del animal que lo distancia ahora de su primo salvaje.
Lo mejor ha sido el exito rotundo en la confección de ponchos de tela de araña, aunque es dificil sacárselo entero o en un colectivo lleno, luce de lo más galano y pintón en las fiestas patrias.
Otros subproductos a saber son las botas de cuero de ala de escarabajo, tortillas de huevo de abeja con o sin miel, anzuelitos patita de mosca, cepillos de dientes de gata peluda, antenas de celulares de polilla, papel celofán de ala de alguacil y alumbrado público a luciernága, entre otros proyectos la mar de innovadores entre los que no se descarta la re-introducción en su habital natural del avispón verde, cuasi extinguido tras las cacerías de las planicies en épocas no tan remotas, ni la de la creación de nuevas especies como la Mantis Atea y la vaquita de San Cayetano, que además de pintona promete trabajo.
Y así pasan los días, un poco más alejado de los corrales y los piletones, de la camaradería con el gaucho irlandés que poco mate toma y por ende menos anda orinando aunque tenga más tendencia a quedarse dormido, lejos de la bravuconería de la hermandad masculina, la misma por la que tuvimos que anular la cría de hormigas culonas, de la fusión centáurica del hombre con el caballo, del hombre con la bestia, aunque un poco también es por la ciática de tanto andar agachado mirando el ganado que apenas repara en nuestra presencia, callado, rumiante, excepto por el canto alerta de la chicharra.
Dinámica rural.
domingo, abril 11, 2010 Perpetrado por Luciano a las 8:16 a.m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
16 comentarios:
Me ha picado el bichito de la envidia. !Que bueno el relato¡, se me hace un Inodoro Pereyra celta mi amigo.
Mire, se lo plagiaría sino fuera que no podría hacer ninguno más.
Usté no será la reencarnación del Negro Fontanarrosa.
Un abrazo
Vos sabìas que el "Mantis Atea" era un comentarista nèmesis de Podeti?
Con respecto a los "Bugs", me diste una idea.
Exportemos!! si el dòlar està alto!!
Nos enyenamos de guita, motonet!!
Mirà, viviendo en el Chaco, me tuve que comprar casco para la moto, no por caerme o chocar, sino por los cascarudos, que te pegan en la cara y te voltean.
El futuro es nuestro.
Es de coleccion, como hablar de irlanda sin mencionar el alcohol.
Comentarista nemesis de podetti?, Antes no tenia moderacion de comentarios?.
Opin: lo de de celta es por la ubicación, el resto es bien criollo.
Gracias, me alegro de que le haya gustado.
Gaucho: lo habré robado chotoconcientemente de ahí entonces! :) Todo queda afanado en la memoria.
Pero los bichos esos, llevan casco?
Gracias, saludos, Gaucho!
Leandro: ya he hablado del alcohol, hasta ellos se cansan del tópico, así que mejor innovar.
El resto que lo discuta el Gaucho, yo ni idea.
Saludos.
ajajaj que bueno esto. Me iba imaginando domando cucarachas... o las veces que me levantaba a la noche en La PLata y salian todas las cucas a esconderse...que asco hijas de su...madre. Aca tampoco hay muchos insectos aunque si hay abejas, avispas, mariposas, gusanos, arañas y hasta encontre bichos bolita el otro dia, casi me caigo de culo cuando levante una maceta y los vi ahi...haciendo nada. La cosa es que me parece que todos los bichos del reino viven en este jardin porque insecticidas no compras en ningun lado. el raid no eSiste.
Mariana: Es igual acá, claro, pero es que en comparación con Argentina la biomasa es patética.
Sì, che. "Mantis atea" era el nick (uno de los "nicks") de un comentarista viejo de Podeti. No hay que confundirlo con "Mantis" a secas, que es otro.
Este comentarista usaba cuatro personalidades: "Mirko y su mosquito bailarìn".
"El Dr. camestres, y su gabinete de fenòmenos humanos".
"Madame Sussanna et suis oreilles parlants".
y "Mantis atea".
Cada personaje tenìa su propia personalidad, y le armaban tanto bardo a Podeti, que al final, lo "evaporò" a Mantis Atea.
Entonces Mantis fue a "colonizar" el blog de Tamara di Tella. Se armò tal despelote, que el blog de Tammy, pasò de tener uno o dos comments por dìa, A MÀS DE 200!!!
Y despuès fundamos "Repùblica libre y autònoma de Bloguetia", con un manifiesto ciudadano, (escrito por Mantis") que fue publicado en los blogs de Clarìn!!
Flor de tipo. Làstima cuando las personalidades se le peleaban entre ellas. Una làstima.
Ahora se cambiò el nick, y tiene un blog donde la gente se saca la ropa.
bueno bueno, le cuento que tuve la oportunidad y semejante privilegio de participar en mi adolescencia de yerras en el norte santafesino.
Transportarme y recordar esas mañanas humedecidos por el rocío, tanto folkore, asados, algun vinito, fue inevitable, aún cuando cueste imaginarme esos vaqueanos con tanta destreza sobre algunos de sus ejemplares.
muy buen relato.
mis saludos.
Si, sabía. Incluso me contaron que habían encarado el proyecto de fabricar los insectos: primero pensaron en nanorobots, pero con el magro presupuesto terminaron armándolos con telgopor, plumitas y pelos. No funcionó, pero esa parte de la historia ya la sabe usted.
Bué, no sé qué pasó que se borró mi último comentario.
Perdón.
Saludos!
Cree Ud. que desde su hacienda podrá intervenirse genéticamente a las polillas, para que dejen de ser esos bichos estúpidos que se entran a dar contra las paredes mientras uno intenta ver la tele?
El post me voló la cabeza pero el título me sonó con su melodía y todo, qué recuerdos...
Yo recièn caigo ahora, que "dinàmica rural" era el programa de los domingos a la mañana.
Pero yo solìa apoliyar, a esa hora.
Este.....14!!
JorgeK: lo último que le podemos dar a los bichos es inteligencia!
TotumR: ja, se acuerda?
Gaucho: como a Totum, qué programón! Era lo único que había a esa hora.
Gracias Gaucho por hacer subir el contador.
Saludos!
Con la punta de los dedos del pie, rozar una araña que esté dentro de uno de los zuecos que uso para salir a regar el jardín: usted acaba de recordarme una de mis pesadillas.
Por suerte ya empieza a llover.
Publicar un comentario