El animal guisperer.

1) Con esto de la gripe y el gato, que después de acariciarlo me lavo las manos con alcohol en gel, de tanto lavarme la piel empezó a absorber el etílico y me agarré un curda de novela sin darme cuenta. Salí a la calle desnudo, bah, desnudo no, con una mantita de Iberia en la cintura y unas antiparras con snorkel y una estampita de San Roque pegada en la frente para obtener el don de hablar con los animales. Tuve conversaciones de lo más interesantes. Me dice un perro, loco, hacete ver ese lunar porque algo no huele bien, te puedo mear la pierna?, me dice un pajarito que él invento Google Maps y otro que me dice ahí está el huevo y no me lo pise, y me dice el gato qué lindo es no tener que laburar y si tuviera que hacer yoga no me costaría el más mínimo esfuerzo, viste cómo elongo y acto seguido se lambió la entrepierna, me dice una lagartija “soy el Rey Lagarto y Margarito Tereré es mi profeta” (esto me parece que lo afané de algún lado). Sigo discurriendo por el barrio siguiendo el río de agua del cordón de la vereda, pensando que soy un satélite explorando el Gran Cañón de El Colorado y me detengo a destrabar palitos para que sigan su camino al mar, que está acá a tres cuadras; son como las cuatro de la mañana y el piso cruje con la escarcha y yo con las tetillas duras como ventosas de banderín de camión. Me despierto abajo de un auto todavía con el motor tibio, una resaca de los mil demonios y un antojo a bofe a la plancha que te la voglio dire.

2) Soñé que un piano tocaba solo en una vieja mansión con pisos de madera y la linterna se quedaba sin pilas.

3) Titular de La Capital de Rosario: Papá Noel, acosado por la fiscalía, finalmente admite la paternidad de miles de hijos no reconocidos alrededor del planeta. La corte internacional juzga a favor de las víctimas quienes han coincidido en el modus operandi del acusado, se deslizaba por la chimenea con premeditación y alevosía en casas de mujeres solteras mayores de treinta que, al cuarto vaso de clericó invitado por el simpático barrigón agarraban lo que venga.
"Le hice un favor,que no se quejen, por lo meno volvía pá dejarle regalo a lo pibe", declaró el acusado, despertando así la ira de todos los presentes.
Se empezó a sospechar por el alto nivel de alumbramientos en el mes de Septiembre.

4) Cuando era chico pensaba, en Navidad, en este mismo momento, mientras el planeta gira, en todos los rincones de la Tierra, alguien prende un cuete. Pero no, no contaba con los ateos ni con los husos horarios. En año nuevo es diferente la cosa, tenemos más en común la astronomía que la religión. Por suerte.