Amici

- Hola?
- Hola, quién es?
- James?
- Si, quien es?
- Soy yo, Goldfinger, qué hacés?
- Qué hacé, pero no estaba muerto vó?
- No, no, viste como es esto, siempre se vuelve.
- Si, bueno, otra vé. Qué queré?
- Nada, quería ver como andás. Por dónde andás?
- E secreto, Golden, mirá si te voy a decí adónde ehtoy.
- Ah, pará, Feliz día del amigo James! Antes de que me olvide, viste.
- Pero si nosotro no somo amigo, má bien todo lo contrario!
- No sé, yo nos pienso como amigos, hace tanto que nos tratamos, tantas cosas juntos. Así que feliz día! De corazón te lo digo.
- Bué, gracia. Eso e todo?
- Estás en Rosario, no? Todos los villanos sabemos que vas a Rosario el día del amigo.
- Sé, para qué te voy mentir, seguro me ehtán rahtreando satelitalmente o me están apuntando con un rayo en el órticon. Algo má, Golden? Se me va la K, así que metele...
- Vas al centro? Adónde se juntan? Se juntan, no? Por lo de la gripe.
- Se.
- Dónde?
- Loco mirá, te la hago corta, no sé si va a ser bien recibido, ehtá el 86, ehtá Jason Bourne que de cuete se acordó, el Inspector Ardilla, Austin Powers, vite, gente piola, la crema.
- Ah y yo no soy piola?
- Bué, si vas a hilar fino.
- No, fino no.
- Bué, ehcuchame, pará que pregunto.
- Entonces vos no tenés drama?
- Yo no, siempre y cuando no sea una trampa, no no ehtén por tirar un misil o no metan tiburone en el inodoro o algo así, un ehquimal asesino en la heladera. Hoy jugamo al Trivial y al póker despué en la casa de Closeau, ahí en calle Francia, se mudó.
- Noooo, loco, quedate tranquilo, voy así nomás, nada de trucos, hoy es el día del amigo. Ah, se mudó el franchute? Ja, era hora, viviendo de los viejos.
- Y si seguimo hablando se va a acabar el día. Ehcuchame, sabé donde queda el Bar Blanco?
- No, queda cerca del Monumento?
- No, gordo, no todo queda cerca del Monumento en Rosario. Bué, má o meno cerca queda, pero para el otro lado. Pero pará que pregunto primero y te llamo y te digo. Pero tené chance, si Central se salvó, vó tené chance.
- Dale, llamame. Me vas a llamar, no?
- Si, pesado.
- Llevo minas? Tengo unas pintadas de dorado.
- No, hoy somo nosotro, dejá, ademá mina no me faltan, quisiera creer.
- Ja, ese es James! Bueno, cuando me llamás?
- Pará que llegue, no tengo crédito así que hablo, mangueo un teléfono o voy al telecentro.
- Pero llamame.
- Gordo! No rompá, parecé la Moneypenny.
- Perdón, viste que si no quedó en banda, no me llamó nadie. En realidad no sé de qué me extraño.
- Sé, bueno. Escuchame, hace rato que no te veo, así que ponete el saco dorado y una cala en la solapa.
- Perdí algo de peso pero me pongo la cala. Ahora salgo para allá. Qué me deja por ahí?
- No sé, tomate un taxi, no sea miserable. No tené chofer?
- No, ahora no, no tengo un mango. Llegué en la Empresa Argentina. Está linda Rosario. Me fuí al parque a ver el ballet acuático.
- Con este tornillo? Ademá é juego de luce, gordo, no hay mina flotando. Bué, mirá, no vemo má tarde y hablamo. Quedamo así. Pero pará, no te tomé el taxi hahta que te llame y te diga, é ahí nomá derecho por Pellegrini, pero pará.
- Cual es Pellegrini? La de las palmeras o la otra?
- La otra, gordo, la otra.
- Lito, quedamo así!
- Bien ahí con el acento gordo, ponete la pila, en cualquier momento te dan el pasaporte.
- Me pongo la pila, se vemo.
- Se vemo. Ah, Gordo!
- Qué?
- Estáh a dieta o te anotá con uno carlito ehpeciale?
- Unos qué?
- Nada, dejá, dejá, dehpué te ehplico. Felía día, gordo.
- Felí día, James!
-....
- Já, tipazo!