Un pibe futbolista.


Tengo mucho miedo de que me salga un hijo futbolista. Tener que ir a la cancha de Papa Pipipío XXI a las 2 de la tarde, llevar la heladerita, el aceite verde, los botines del pibe, poner la cartulina para que no se caliente el auto y dejarlo estacionado debajo de un paraíso con el tronco pintado de cal para que no se lo coman las hormigas; o un fresno con sus racimos de semillas como remitos al viento. O un eucaliptus y sus semillas conoidales que se rompen, crujen y te transportan oníricamente a la Australia subseptentrional.
Nada personal, pero esas atmósferas me encogían el alma de chiquito, tener que salir al estadio como un gladiador infante y que te caguen a gritos y a goles sobre una cancha de tierra con unos arcos lejanísimos que nunca verían mi fina estampa de número 2, que no sabía que era número 2, tratando de entender las órdenes del DT, que la línea, que presin, que no sé qué ni que ocho cuartos y y yo a la pelota no la veía nunca, es más, íbamos corriendo detrás de la pelota todos para acá si bajaba, todos para allá si subía.
Y en las tribunas no me veo tampoco, dale, reventalo, cortale las piernas al coloradoooooo.
Pero si nos quedamos en Irlanda la cosa va a ser más o menos lo mismo pero sin el árbol pintado con cal, porque acá no hay hormigas, sin la heladerita porque acá ya hace frío, sin la cartulina, porque acá ya ni sale el sol. Lo demás es todo lo mismo, hasta creo que tienen una Liga Rosarina de Fúbtol. Sin embargo los chicos no son educados en sucias canchas de tierra sin delimitar sino en ambientes de laboratorio, todo sintético, esterilizado, los conectan a máquinas de correr con respiradores y les miden el talento y aprenden táctica y estrategia no sólo de las charlas de los tíos y padrinos en la sobremesa del asado, si no que los sientan delante de un proyector y les queman las retinas con partidos del pasado con líneas de colores superpuestas. Eso si, los nombres de los equipos son los mismos: The Pitufish, The Little Onions, The Morning Star, The Galways Old Boys, The Cordoba Centrals, The Force and Tenacity.
Puede incluso que no sea el mismo deporte, que sea fútbol gaélico o hurling y vea a mi hijo convertido en una máquina de matar sobre el sempiterno césped gaélico.
Porque acá es así, les dan un palo que se llama hurling, un casco, una pelota y los largan a que se maten de acuerdo al ancestral tribal rito celta; es como esa película Rollerball, hasta que no quedan un par sobre la cancha y luego se revientan entre ellos en duelo singular, no paran. Para el próximo partido llegan sólo los sobrevivientes, es decir los más fuertes. Así se aseguran que sólo jueguen los mejores. El tema es que en este deporte no hay futuro, solamente se juega en Irlanda, es decir que un pibe nunca va a poder triunfar en Europa, que encima queda acá cerca, una lástima.
No sé si hago bien en preocuparme de antemano.

11 comentarios:

Daniela Lucena y Gisela Laboureau dijo...

a mi tambien me preocupa el tema, por Pedro.

Hurricane dijo...

Entonces lo que tienen que hacer es que el fútbol gaélico sea visto en todo el mundo aunque solo se juegue allá. Como hicieron los yankis con su incomprensible beisbol.
Salutes

Menta Ligera dijo...

Cuando tengas un hijo no te va a importar nada de eso. Vas a ir cueste lo que cueste. Besos!

Mariana dijo...

Yo por suerte lo tengo solucionado al tema: el vecino es el entrenador de super inferiores del clu de aca del barrio... se va con el vecino, vuelve con el vecino...yo tomo mate. Del padre no espero nada porque el padre no sabe que es una pelota.
Sera como los yanquis que tienen la World series de baseball o no se que corno de esos pero juegan entre ellos?? O como los dardos o no se que otro "deporte" de esos que pasa la BBC, que son tambien WORLD championships y son todos del UK... Uk world sera.

Malen dijo...

Me voy a seguir riendo con the Little Onions y the Pitufish. Pero qué decepcion saber que Rollerball existe, yo tenia la esperanza de que todavia faltaba para que lo hicieran de verdad! Pero no te preocupes de antemano.

Laura Pintos dijo...

Yo también espero/deseo lo mismo. Porque ir a la cancha -o al potrero gallego, da igual- para mí sería el colmo de la tortura. Pero bueno, dicen que con los hijos vienen chips especiales que te hacen ver/aguantar todo con estoicismo de padre/madre embobado/a.

Galo dijo...

No, ponelo a jugar Snooker. De chiquito, ahi: taco y scotch.

Luciano dijo...

Gracias a todos por vuestros coloridos comentarios.

Morkelik: podemos ir haciendo el club.

Hurricane: es verdad, porque tiene su encanto con su palo y pelota ad-hoc.
Lo voy a poner de moda.

Menta: Ah si?? Dió mio.
Pero si no no se explica cada padre ahi afuera.

Marian: Si, pero acá se dicen los All Ireland Champions o algo así, son más humildes.
Que suerte que tenés, te queda cerquita. Tienen árboles con cal ahí?

Malen: jeje, usted se ríe mucho. Pero es sin patines, eh, todo corriendo.

Laura: si, lo que dijo Menta. Ha de ser así. Y bué, ya veremos y cotejaremos experiencias.

Galo: no es mala idea, me gustaria tener una mesa de snooker. Además se hace plata sin transpirar.

amelche dijo...

No te preocupes. Te saldrá niña bailarina de danzas gaélicas. Vete comprándole el vestidito típico. :-D

el lobo dijo...

Nooo... futbol gaelico!!! Llegaste tarde... lamento informarte que estoy juntando gente para el primer partido en la historia de ese deporte que se juegue en Rosario... los que quieran anotarse... (es en serio che...)

Luciano dijo...

Bueno, mucha suerte en la empresa Lobo, aunque me parece más llamativo jugar al hurling, llama más por el equipamiento.
Y por qué querés organizar esto puedo preguntar?