Costumbres del mundo. Hoy, Escocia, tierra de cardos.

Escocia es a Inglaterra lo que Uruguay es a la Argentina. Algo así, pero no tuvo la suerte de estar protegida por esos ríos. El lago Ness está muy lejos de la frontera y el Nahuelito hasta ahora no se comió ningún inglés lo cual echa dudas sobre su patriotismo. Por otro lado de haber conformado una unión con Uruguay hubiéramos tenido peludo el tema de la confección de la bandera, la Unión Juan, toda celeste y blanca sin contrastes como calzoncillo desteñido. Y un gran sol amarillo, pero acá se acabaron las comparaciones.
Para poder comprender a este país hay que comprender su geografía. Esto es así para todas las naciones, comprender primero al desierto del Sahara nos permitirá entender porque los albañiles bereberes no incluyen arena en los presupuestos.
Básicamente Escocia está dividida en dos sectores, las tierras altas y las tierras bajas. Las bajas son las más fértiles y planas, las altas son las más montañosas y agrestes y esto ha formado el carácter de sus dos poblaciones. El promedio de altura de sus habitantes se ve afectado y un highlander no solo se reconoce por su inmortalidad sino porque cuando va a las lowlands sobresale entre las multitudes que andan por la peatonal. La zona baja también es más rica, lo cual genera ciertas fricciones entre ambas poblaciones, pero nada se compara con el odio compartido por el invasor inglés y su selección de fútbol lo que en el fondo sería como un lubricante sintético para que todo siga funcionando sin otras fricciones.
Otra cosa para notar es que Escocia se parece mucho a Irlanda pero como está más al norte las colinas tienen nieve todo el año y el sol en verano ni se pone, deambula en su órbita calcinada y sonámbulica al son de la gaita omnipresente.
Esa es otra cosa, Edinburgo es una sucesión de tiendas de souvenirs uno más ordenario que el otro que publicitan su existencia con una andanada continua de discos de gaitas interpretando hits de FM como Chiquitita o Staying Alive. Se venden kilts o polleritas, bufandas, frazadas, muñequitos, todo al son de la gaita sintética.
Asi uno deambula mareado por la ciudad pidiendo piedad acústica hasta que se topa con el castillo de Edinburgo, que sería casi como la Municipalidad de Rosario pero arriba de un pedazo de roca enorme y vertiginosa con una historia casi igual de sangrienta. El castillo es muy marcial, todo está relacionado con la historia militar de Escocia, tiene como 3 o 4 pabellones con museos sobre caballería, infantería y otro directamente sobre la guerra en general. La idea que uno capta aquí es que Escocia, militarmente, ha sido lo mejor de Gran Bretaña . Otra idea es que la historia de este país se puede resumir en este suscinto y condensado pensamiento: una sucesión de palizas a los ingleses. La razón de ser de este país ha sido siempre agarrarse a trompadas con sus expansionistas vecinos del sur. Así, cuando se unieron, el papel que les quedó fué el de cerebro y músculo de ese organismo. Eso es lo que entendí, además de que a Edinburgo le decían la Atenas del norte y de que ha sido cuna de mentes tan grandes como la del filósofo Davi Humm que dijo "ahora te voy a explicar lo que es la filosofíá, así que agarrate". Toda su obra ya se ha perdido porque todo lo hizo en lengua inglesa, lengua bárbara y extinguida, gracias a dios. Igual, el tipo era un pesimista, así que no creo que le importe.
Así Edinburgo se encuentra plagada de monumentos relacionados con lo militar, parece que no tenían otra cosa a qué dedicarse pero intentan compensar con monumentos a sus escritores, poetas, filósofos y exponentes del iluminismo escocés, que era como la selección mental de esta orgullosa nación. Uno de ellos es el monumento a Sir William Scott, de donde deriva el término Scottish, como su nombre y apellido indican. Gracias a él hubo como un reflotamiento de los temas folklóricos tradicionales que se habían dejado de lado, gracias a él se revivió el tema de los tartans y toda la parafernalia highlander que estuvo incluso prohibida durante unos años allá cuando Berersford era cabo.
El tema de los tartans es muy complejo y se mezcla ya con el mito y la pavada. Es mentira que Mel Gibson, héroe máximo de Escocia, haya vestido un tartan tradicional, porque en esa época no era fácil andar tiñendo tela, no había anilinas Colibrí que ahora se consiguen hasta en las estaciones de servicio.
Bueno, me cansé, en otro momento sigo hablando sobre mi visita a las Highlands, el lago Ness, Nahuelito, Inverness, Lassie y Rob Roy.
Me despido con un breve sucesión de imágenes sobre lo que ya he mencionado, la costumbre de dar un cañonazo a las 13:00 en punto cada día excepto los domingos porque si, porque se les canta y tienen plata para gasta pólvora en chimangos.
Hasta luego y hasta el programa que viene.

12 comentarios:

Blackant dijo...

Fanfarrones los escoceces eh? Lindo el relato pero ahora contá la posta: comiste haggis? Tomaste litros de whisky? Van los hombres en pollerita escocesa sin ropa interior?
Es verdad lo de lo agarrados que son?
Bien el video. Me puso tenso y despues me relajé.,
I read the news today oh boy
The English army has just won the war...

Menta Ligera dijo...

Muy buen relato. Podrias hacer un documental. Hasta me imagino lo divertidas que serian las clases de historia y geografia con un profesor como vos.

Bea dijo...

Increible el detalle de la anilina Colibri!

Anónimo dijo...

hola luciano, mientras vos cortabas cabezas de escoceces y corri los 42 Km. terminecansado pero feliz, los ultimos siete Km fueron un infierno pero valio la pena, creo. le puse un tiempo de 4 horas y cuarente y cinco(y eso que pare cinco veces a mear, je.
un abrazo.

betty dijo...

me impresiona lo de la altura de la gente. yo necesariamente soy de las tierras bajas.
Esto parece la aventura del hombre

Anónimo dijo...

Qué buen documental sintonicé. Hacés que me imagine a Mel Gibson tiñiendo en una palangana el tartán! Qué mareo para el reloj propio debe ser no tener noche cerrada. ¿Cuándo cantan los gallos en Escocia? ¿Hay gallos?

Mariana dijo...

Noooo no seas asi!!! volveeee!

Me estoy riendo todavia: " un highlander no solo se reconoce por su inmortalidad " jaaaaaaaaajajaja yo te iba preguntar si lo viste a MacLoud...o como se llamaba?? No se compro una gaita pa practicar a las 7am los sabados? le mando al hijo con la harmonica.

A todo esto, si son tan guerreros y tan intelectuales y maravillosos...porque se unieron con los ingleses?/ se unieron o LOS unieron? (no se eh, pregunto).

Ni buena ni mala... dijo...

Muchas gracias por desasnarme sobre los escoces, muy didactico y entretenido lo suyo.

Malen dijo...

Me sumo al agradecimiento por el documental!! Ahora, yo me imaginé a los elfos paseando por tierra de hobbits, jejeje. Saludos profe

amelche dijo...

Y el parque ese que está a los pies del castillo, no recuerdo cómo se llama, tiene origen glaciar según parece.

Situación (como dice una compañera de trabajo cuando empieza a contar historias): Yo tenía 21 años y había pasado 4 meses estudiando en Irlanda del Norte con una beca Erasmus. Éramos 3 de la Universidad de Alicante los que estudiábamos allí: un chico que decidió quedarse en verano trabajando de camarero para seguir en Irlanda del Norte practicando inglés, otra chica y yo. Total, que nosotras nos volvíamos con todo el equipaje de haber vivido 4 meses en un sitio (ella más que yo, porque a mí nunca me gustó comprarme más ropa de la necesaria ni lucir modelitos) y pensamos: "¿Y nos vamos a ir de aquí sin haber visto Escocia, con lo cerca que está?"

Y, ni cortas ni perezosas allá que decidimos cargar con todo el equipaje hasta Escocia y volver desde allí a España (en vez de irnos unos días a Escocia, volver a Irlanda del Norte y traer ya todo de vuelta). Locuras que se hacen a los 21 años y luego te entra la lógica.

Unos días antes nos dicen en la agencia que se había cancelado el vuelo Edimburgo-Madrid que teníamos reservado. Total, que pedimos que nos devuelvan el dinero y nos vamos a Escocia igual, sólo que sin saber ni cómo íbamos a volver a España. De Portstewart a Belfast fuimos en el coche de la dueña de la casa donde vivía mi amiga, nuestro compañero que se quedaba en verano vino a despedirnos también, más los dos perros salchicha sin los cuales la buena mujer nunca sale de casa. Más el equipaje de las dos, más todo lo que la dueña del coche llevaba a su hija que vive en Belfast, incluída una bicicleta pequeña. Bueno, no sé ni cómo entramos en el coche, con todos los que éramos y los trastos que llevábamos, pero llegamos a Belfast.

Estuvimos un día visitando Belfast y, al día siguiente hubo que tomar un taxi para cargar con todas las maletas hasta la estación de autobús. Desde allí a Larne en bus y de Larne a Stranraer (si no recuerdo mal el nombre) en ferry. Nosotras éramos las únicas que llevábamos tanto equipaje, porque los demás sólo iban para dos o tres días con maletas pequeñas, así que nos ayudaban cargando parte de nuestras maletas, ya sabes lo serviciales que son los irlandeses.

Cuando llegamos a Escocia, subimos en autobús hasta Glassgow (carga maletas otra vez), donde había que cambiar de autobús para llegar a Edimburgo. (Baja maletas y súbelas al otro autobús.) Cuando por fin llegamos a Edimburgo, no había dónde dejar las maletas en la estación de bus, pero nos dijeron que en la de tren sí. Así que tuvimos que ir en taxi hasta la de tren y dejarlas en la consigna. A todo eso, eran las 11 de la noche, no habíamos cenado y estábamos agotadas de tanto cargar con las maletas. Así que cenamos en una hamburguesería de la estación y luego tomamos otro taxi para ir al Youth Hostel que habíamos reservado y no teníamos ni idea de dónde estaba, al cual llegamos a las 12 am muertas de cansancio. Y luego, cada día a la misma hora había que ir a la estación de tren para echar dinero, porque si no aquello se abriría y dejaría nuestras maletas a merced de que se las llevara cualquiera.

Al final conseguimos en una agencia de viajes un vuelo Manchester-Alicante para volver, con lo cual hubo que ir en tren desde Edimburgo hasta el aeropuerto de Manchester. Creo que desde entonces no he vivido tantas aventuras. Y, sobre todo, aprendí a viajar más ligera de equipaje.

Anónimo dijo...

Este año estuve en escocia, en edimburgo, port willians, inverness y el lago ness... increible todo ello, se debe visitar una vez en la vida...eso si, llueve de lo lindo, y el agua es fria fria, no como las lluvieas en londres...

Hurricane dijo...

Que buena descripción... tanto la tuya como las comentadas, espero darme el gusto de conocer todo eso.